El sonido molestó de la alarma de mi celular invadía la habitación obligando a que abriera mis ojos para agarrarlo y apagarla.
Me gire para encontrarme con Tzuyu aun durmiendo lo que fue un alivio, aún no sabía como reaccionar cuando despierte, ni como ella reaccionaria a mi presencia después de la discusión que tuvimos.
Me arrepentía tanto de haberla dejado, me acorde de como estaba sentada en el suelo diciendo que esperada, que no la volviera a dejar pero solo me fui, tal vez debí arriesgarme y quedarme con ella.
Entonces ella no estaría en ese devastador estado, las corte en su mano y sus nudillos con terribles hematomas me causaban solo dolor de verlo, su cuerpo seguía siendo perfecto a pesar de la notoria perdida de peso.
No me alegra de ser la primera en despertar antes si porque incluso cuando estaba dormida se la veía fuerte pero ahora se la veía tan frágil que causaba dolor en mi pecho.
Estire mi mano hasta su mejilla acariciándola con delicadeza hasta que las aparte rápidamente cuando apretó fuertemente sus párpados para después separarlos lentamente, su ojos opacos se fijaron en los míos.
- ¿Cómo te sientes?
- Como si hubiera recibido varios golpes en la cabeza...
- Eso significa que estas mal?
- No, significa que estoy fatal.
Volvió a cerrar sus ojos por varios minutos dando paso al silenció, pensé que se había vuelto a quedar dormida pero los abrió.
- Te gusta torturarme... Maldita cabeza....- susurro ella con su voz débil.- Entendí que no puedo vivir sin ti... Bueno ya lo sabía... Pero pensarte todo el tiempo ya es mucho como para ahora imaginar que te tengo a mi lado... Eso ya es una tortura de un nivel muy extremo...- sus ojos se volvieron a cerrar y después abrir.- La peor parte de de esto... La que más me mata.. Es saber que también podrás desaparecer en cualquier momento...
- Tzuyu estoy aquí....
- Si, si que lo estas.... Pero por cuanto tiempo...- Yo tampoco lo sabía no podía arriesgarme, tenía miedo de volver a lastimarme pero ahora mismo verla y escuchar decir eso también lo hacía.
Hacía que sintiera como mi corazón era apretado con más fuerza, que en mi garganta se formara un nudo, ver esos ojos de aquel oscuro opaco me hacía dar miedo de ya no volver a ver nunca más los cafés brillantes.
- No lo sé...- conteste con sinceridad, me arrepentía de dejarla pero si me hubiera quedado también yo salía lastimada, seguía sin saber que estaba bien o mal.
Solo nos quedamos mirando fijamente en completo silenció, uno muy ruidoso, que gritaba, abrazala y dile que la quieres por otra parte alejate te lastimarás de nuevo.
- Tus ojos marrones son lindos incluso cuando tienes ese brillo pero de felicidad no cuando brillan por las lágrimas acumulándose, eso parte mucho mi corazón más de lo que ya esta... Porque se que yo lo estoy causando...
Me levanté rápidamente para dirigirme al baño y no escucharla más, me senté en el inodoro apoye mis codos en mis muslo y escondí mi rostro entre mis manos.
Mi lágrimas empezaron a salir y cuando me tranquilice después de unos minutos me levanté y me puse delante del lavabo para encontrarme con el espejo roto y sangre en aquellos cristales.
Me tome mi tiempo en la ducha porque no quería que mis ojos se vieran llorosos, luego de lavarme los dientes sali vestida con la ropa que ya tenía en su departamento.
Ella estaba sentada en la cama apoyada en el respaldó de está, con su mirada en sus manos, su cabello muy despeinado, alzo su cabeza y me miro, en sus labios se formó una leve sonrisa.