CAP 30

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—Las parejas se toman de la mano y normalmente se abrazan amo Bruce.

Escuché como Alfred le decía a Bruce como se supone que debemos tratarnos en público.

—También con normalidad se besan o demuestran cariño, más si son jóvenes. -dijo casi regañando-. Así que saldrán de este auto y usted amo Bruce va a tomarla por la cintura de forma amable y elegante, tomará su mano y con caballerosidad la llevará adentro. Usted señorita Harris trate de demostrar más amor, más besos o así. Ambos iniciaron esto, al menos haganlo bien jóvenes.

Alfred estaba muy paranoico con esto. Bruce estaba apenado y yo, yo ummm; no me importa.
¿Qué estará haciendo mi Jerome?
Solo espero que no se esté metiendo en problemas.

—Está bien, trataré de ser muy cariñosa. -dije sin importancia-.

Alfred asintió. Bruce bajó del auto y Alfred abrió la puerta, Bruce me tendió la mano y la acepte. No faltaron los periódicos y algunas cámaras, de verdad agradezco al cielo que fueron tan poquitas. Tomaron unas pocas fotos. Bruce tomó mi cintura y me llevó adentro, había mucha gente, De pronto llegó Oswald a recibirnos.

—Bienvenidos jóvenes. -dijo alegremente-. Espero se diviertan.

—Muchas gracias señor Cobblepot. -dije amablemente-.

—No hay de que Ana, espero que tú y tu novio se la pasen muy bien. -dijo más alegre-. Usted también señor.

Alfred asintió, el pingüino se acercó y me sonrió eufórico. Le sonreí igual.

—Iré por algo de beber, ¿Quieres algo Bruce? -le pregunté sonriendo-.

El nego, camine hasta la barra y pedí un whisky con soda. Llegó una señorita pelirroja a mi lado. Se veía sería.

—Buenas noches señorita. -dijo seriamente-.

—Buenas noches a usted. -dije también seria-.

—Así que usted viene con Bruce Wayne. -dijo volteando a verlo-. No me lo imaginé.

Eso me sorprendió.

—Bueno señorita la vida da muchas vueltas. Yo tampoco lo imaginé, cuando veía a Bruce siempre veía al niño que es mi mejor amigo, ahora lo veo y veo a mi novio. Pero el amor nunca cambia. -dije viendo a Bruce-.

—Que lindo, pero sus gustos cuando yo lo conocí, eran diferentes. -dijo descarada-. Una rubia de su edad.

Me ofendí y la voltee a ver.

—La gente llega a cambiar sus gustos conforme crece, se llama maduración cuando uno cambia. -dije seriamente, después sonreí-. Pero ahora entiendo que no mucha gente pasa por la etapa de madurez cuando se quieren meter en relaciones de personas más jóvenes que ella.

Ella abrió los ojos muy molesta, frunció el ceño.

—Tenga linda noche señorita. -dije orgullosa-.

Camine hasta Bruce. Miró a Alfred y regresó su mirada a mi.

—Estas molesta ¿Qué pasó? -dijo preocupado-.

Lo miré y negué con la cabeza. Él miró a Alfred, después asintió. Me tomo de la cintura y abrazo, me sentí algo incómoda. Besé su mejilla y me separé lentamente. Él sonrió, en lugar de abrazar tome su brazo como lo hago de costumbre. Caminamos un rato. Él bebió de mi vaso, mi bebida es más soda que whisky. Por eso estaba bien.
Ambos estábamos felices, hasta que él miró un lugar y cambió su mirada, él se separó de mí y dijo que tenía algo que hacer. Alfred lo miro molesto, no entiendo nada. Él se fue. Alfred me ofreció su brazo y caminamos, cuando voltee por el camino de Bruce ví como el seguía a esa rubia. Sonreí, espero que este circo que formamos tenga su beneficio.

ONE BAD DAY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora