CAP 35

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—Fue un buen viaje. -sonrió Diana-.

Asentí, caminamos y la ropa que traía era demasiado abrigadora aquí.
Caminábamos y mis fieles compañeros llevaban mis maletas, es de noche así que se ve la luna enorme y blanca. Nos ayudaron con nuestros cuartos, cuando abrí la puerta del mío había un pastel con veinte velitas.

—¡Feliz cumpleaños! -gritaron emocionados mis compañeros-.

Los abracé y comimos el pastel que dejó el personal. Hablamos un rato.

—Bueno, es temprano. -se levantó Jan-. Así que prepárense, iremos a bailar a un bar por tu cumpleaños.

Todos celebraron.

—Diana, Puedes quedarte un momento más. -le pedí amablemente-.

Todos mis compañeros salieron.

—Dime Ana.

—No se que ponerme, casi no salgo a bares o bueno en Gotham los bares son fríos y aquí hace mucho maldito calor. -chille la última parte-.

Ella soltó una risa, se acercó y me dió una sonrisa. Abrió mi maleta y la revisó, puso demasiadas caras de disgusto, se acercó a su maleta y sacó un vestido floreado. Tenía la parte de arriba con tirantes de spaguetti, la falda es en capa llena de flores rosas.

—Pruebatelo y deja que yo me encargué de los zapatos.

Asentí y me quite la ropa me puse el vestido mientras ella veía los zapatos que traje. La falda me llega hasta la mitad de los muslos  Me mire al espejo que estaba pegado en la pared y fue sorprendente. Me veo muy bien, este vestido tiene un cinturón bajo de los pechos y se ve muy bonito.

—Quedaran muy lindos con el vestido. -me entregó unos tacones tipo sandalias color melón-.

Asentí y me los puse. Me hizo una trenza y la cruzó de atrás de mi oreja a la otra. Cepillo mi cabello y me puso unos aretes rosas. Me maquillo muy levemente. Me miró con cariño y sonrió.

—Me tengo que ir luego de esto. -admitió sin previo aviso-.

La mire con confusión, de verdad estoy confundida.

—Ya todos decidieron su carrera y bueno, todos tuvimos excelentes calificaciones en la preparatoria. Incluso la mayoría de los fieles compañeros ya están estudiando, yo al fin lo decidí. En México existe una excelente universidad que me da la carrera que quiero. Tu quieres psicología y yo topografía. Pero lo mío será en México. Después de festejar tu cumpleaños tu y los fieles compañeros regresarán a Gotham, yo tomaré el avión directo a México para estar aya con mi familia mientras pasa el tiempo para entrar a la universidad. Ya nos dimos un tiempo y bueno, eso es. -su cara era seria y sin expresión alguna, la voz en la que lo dijo era calmada-. Tu estudia y vuélvete una mujer increíble.

Mi corazón se hizo pequeño
Diana es mi mejor amiga, no nos llamamos siempre o nos vemos todos los días, pero ambas sabemos que si necesitamos algo nos tenemos, no importa la hora, el día o el lugar. La conozco desde niña y ahora se va.

—No será permanente, relájate. -sonrió-. Unos años de universidad no le hacen daño a nadie.

Estaba apunto de llorar.

—No cabrona, no llores. Me costó hacer el maquillaje. -sonrió amablemente-.

Mis lágrimas cayeron y ella frunció el ceño en broma. Me abrazo y así estuvimos unos segundos.

—Solo algo Diana. -solloce-. ¿Qué significa Cabrona?

Ella soltó una risita. Me abrazó más fuerte.

—Vamos Ana sonríe, es tu cumpleaños. Deja me cambio y nos vamos. -se dió la vuelta-.

Ahora me doy cuenta, ya no somos niños. Ahora cada uno está tomando un camino. Los niños que se juntaban en la heladería a reprochar sobre lo horrible que eran los profesores y sus malditas tareas, esos niños; ahora van a la universidad y estudian una carrera, ahora tienen pareja y se van de viaje. ¿Cómo hubiera reaccionado mamá?

Después de minutos Diana estaba lista y salimos. Los caballeros nos esperaban enfrente del cuarto.

—Recuerden las reglas del bar. -dijo Jan-.

Cada uno de nosotros mencionó una.

—Señoritas no acepten bebidas que no vengan de nosotros.

—No nos separaremos más de tres.

—Revisar muy bien la bebida antes de consumirla.

—Se acompaña a las señoritas a donde sea que vayan, incluso si es el sanitario.

—La palabra clave por aburrimiento es "Llave".

Todos asentimos. Estas reglas las puso la hermana mayor de Diana la primera vez que fuimos a un bar todos juntos. Solo existen unas simples reglas. "No nos separamos" y "Diviértanse". Ah por cierto, la palabra clave en esta situación es "llave", se puede ocupar en cualquier frase sí ya estamos aburridos y queremos que nos alejen de la persona que nos quita el interés.

"—Por eso es que sería el mejor partido para usted señorita Diana. -dijo arrogante un joven de gafas cuadradas y suéter con cuello de tortuga-.

Diana asintió sonriendo de forma falsa. 

—Dios mío, creo que no puedo darle la llave de mi corazón ahora. -le dijo amablemente-.

Jan alzó la mirada de su vaso a Diana.

—Diana, tu hermana habló y dice que es muy urgente. -dijo serio-.

El joven de gafas lo miró molesto.
Diana se disculpó y se fue. No supimos más de ese suéter con cuello de tortuga."

Estamos camino al bar y voltee a un lado al escuchar una risa leve. Vi a un grupo de jóvenes. Y en medio de la risa se encontraba un joven alto de cabellos oscuros y ojos cafés. Él también me miró y sonrió, al instante bajé la mirada por la vergüenza. Tenía un lunar en su mejilla muy cerca de su nariz. Sacudí mi cabeza y tomé el brazo de uno de mis compañeros. El bar estaba cerca del mar, ya era de noche. Cómo todos los malditos turistas que somos pedimos una piña colada.

Hablamos de la bonita luz de luna.

—Buenas noches. -se escuchó una voz varonil y cantarina atrás de mi-.

Voltee y vi al joven de hace un rato. El de cabello oscuro. Mis compañeros voltearon al  igual que yo.

—¿Cómo se encuentra? -su voz era dulce, sin dejar el toque varonil-.

Me apene, es guapo. Su cabello era corto, peinado de forma perfecta al lado izquierdo. Su cara era rectangular, sus cejas gruesas, sus pestañas largas, sus ojos grandes y bonitos de color marrón, su nariz corta, su lunar y sus labios sensuales. Tenía una dress shirt color salmón con las mangas dobladas en los codos, unos pantalones chinos color caqui, unos zapatos Derbi color negro y un reloj en su muñeca izquierda. Sin duda es guapo y su vestimenta elegante y casual.

—Bien, muchas gracias. -dije amablemente-.

—Maximiliano Fiore. -extendió su mano-.

—Ana Harris. -le di la mano-.

Sonrió dulcemente.

ONE BAD DAY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora