El circo lleva aquí 2 semanas, aún no quiero pensar en que en una semana se vá. Más o menos mi itinerario con Jerome es:
•ir al colegio
•comprar comida.
•llegar al circo.
•curarle unos golpes a Jerome
•ver comer a Jerome
•tener sexo
•estar un rato juntos.
•irme a casa.
Así todos los días de dos semanas.
Bueno el domingo nos la pasamos juntos, ya sabrás cómo.
*Flashback*
-En serio Jerome se excedió con los golpes.-dije entre dientes, limpiando una herida de su ceja-. Lyla…
Me interrumpió.
-Te ves sexy enojada. -dijo en un tono tan inocente, pero el es lo único que no es-.
Y bueno acabamos a la manera Jerome, con sexo.
*Fin flashback*
Le curo los golpes de las famosas golpizas de Lyla, la verdad Jerome es algo grosero y altanero pero pues no se merece tantos golpes.
Hoy es miércoles, el circo de Jerome casi se va y estoy nerviosa, pero no pensaré en eso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estoy vestida así, son más de las seis, pero es que tuve un verdadero inconveniente en la escuela.
Pase por 4 hamburguesas. Pensé en el señor Cisaro y pensaba en llevarle la hamburguesa que compre para el, el ha sido bueno con Jerome y a veces los veo platicar, supongo son amigos. Toque la puerta de su “casa”, abrió la puerta y me dejó pasar se veía nervioso.
-Buenas tardes señor, venía a dejarle una hamburguesa, es que iré a ver a Jerome y pues compre una para usted.
Observé su al rededor. Y estaba un suéter que anteriormente le ví puesto a Jerome, pero estaba sucio me acerque discretamente y era sangre, después observé al señor que parecía pensar en algo.
-Gracias señorita Harris que amable, esto estoy ocupado lo siento.- dijo aún nervioso-.
-A sí claro será mejor… -me interrumpen-.
-Ana,¿Qué haces aquí?.-dijo a mis espaldas Jerome, esa voz claro que la conozco-.
Volteé y él estaba sucio en sus manos y cara. Tenía lo que el suéter sangre y una conclusión llegó, Lyla lo golpeó.
-Jerome venía a dejarle algo al señor Cisaro.-dije tranquila-. Traje 4 hamburguesas y dos para nosotros, una para tu madre y la que le traje a el señor. -hice una pausa no tenía expresión Jerome, no sé por qué estaba tan nerviosa-. Claro no las comeremos juntos como familia pero
Me interrumpió.
-Ella no podrá comerla.-dijo sonriente, me puse nerviosa-. Ya no.
-De que hablas que le pasó?.-dije asustada ya no pude fingir-.
Él sonrió de lado, desvíe la mirada a sus manos, después al suéter y yo no espere que detras de una botella en la mesa hubiera un… ¿Hacha ensangrentada?. Lo miré a los ojos y él sonrió, parecía querer reír. Oh por dios ella no lo golpeó el… el… no puede ser la mató.
-Jerome, como… -dije al borde de llorar, pero de miedo-.
-¿Por qué lloras Ana?.
Dios mío estaba temblando. Tenía miedo.
Lo observé el reía.
-Tengo miedo.-dije ya soltando unas lágrimas-.
-Oooh Ana.-lo dijo como para un niño pequeño-. Tú no debes tenerme miedo, tú no.-dijo y tomo de los hombros-. Tú jamas te asustes de mi, ella lo merecía.-solte otra lágrima-. Qué pasa ya no llores. -dijo aún dulcemente-. ¡Te dije no tengas miedo! ¡No llores! ¡No te asustes de mi nunca! ¡Tú no me tengas miedo maldita sea!.-dijo sacudiéndome de los hombros-.
