CAP 44

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—Entonces usted es muy inteligente señor Wilde. Admiro todo su trabajo en específico lo que hizo para compañías Wayne.

—Muchas gracias.

Solo oía la conversación, esto es una maldita pesadilla. ¿Quién es Wilde? Papá mencionó que es un arquitecto muy importante, pero se que la cara que estoy viendo no es de el tal arquitecto.
Entre risas y carcajadas de papá se fue la cena, yo no quería comer. De vez en cuando lo miraba, pero él no a mí. De hecho nunca me volvió a ver, no me comía con los ojos como él lo hacía. Toda su atención era para papá. Cuando la cena pasó y el postre llegó papá pidió comerlo en el patio. El también me dijo que debía convivir. Por insistencia, el pelirrojos se sentó a mi lado. Estaba tan incómoda, papá dijo que tenía algo que resolver y se metió a la casa dejándonos solos. La secretaria estaba adentro. Nadie quería hablar mientras comíamos el pastel. Quería levantarme e irme porque creo que voy a vomitar.

—Gracias. —pronunció el pelirrojo, mis pelos se pusieron de punta. —Por no decirle a su padre con quién comparto parentesco, siento haberla asustado.

¿Parentesco?

—No… no se preocupe. —dije aún asustada y confundida.

—Su padre confía en mí y sé que si se entera de mi pasado no lo hará.

Pude ver el miedo en sus ojos, lo ví tan vulnerable que sentí pena. Después de unos segundos yo decidí tomar la postura firme de esta situación. Puse mi mano sobre la suya.

—Señor Wilde, mi padre no juzgara su pasado. Usted descuide todo eso.

El sonrío de lado.

—Los rumores son ciertos, usted es muy buena.

Me sonroje un poco, es como ver a Jerome adorable. Este hombre se parece al hombre que amo.
El joven Wilde acarició mi mano. Lo mire a la cara y note su leve sonrojo.
Puede que su pasado sea malo y por eso el miedo a ser juzgado o simplemente es por su parentesco extremo.

—Mi hermano es una mala celebridad aquí, no miento en eso. Gracias por guardar mi secreto ante su padre.

—Si… si señor Wilde.

Nos miramos fijamente. No es Jerome, solo tiene su rostro pero es tan diferente.

—Caminemos un rato.

Asentí a su petición. Puse mi mano en su brazo, el caminaba lentamente por el jardín. Cada vez que podía admiraba su rostro, es que estoy tan confundida, Jerome nunca hablo de un hermano, bueno jamás hablo de nada que fuera pasado.

—Conoci a su hermano. —dije simplemente.

—¿Le hizo algo malo? ¿Está bien?

Asentí. Pude ver un rostro confundido, de verdad hasta hacen los mismos gestos.

—Todo lo contrario, fue bueno conmigo. No me hizo daño. Simplemente que su personalidad es muy aterradora.

Él asintió con una sonrisa en el rostro, aún sigo confundida pero sé que es diferente pero demasiado idéntico.

Hablamos de cosas sin importancia, color favorito, pasatiempos, su escondite que visitaré algún día. Tenía el corazón roto ya que Jerome lo rompió pero Xander lo tocaba lentamente.

—La chica se adentro ¿Es su novia?

—¿Ecco? No, la señorita es mi guardaespaldas.

Sonreí al menos se que está libre.

La noche pasó y me despedí de él, la verdad es que me olvidé por un momento de lo de la mañana, es demasiado raro pensar que podré estar con la persona que me gusta sin que sea ella. Se que suena a capricho, pero el maldito de Jerome me rompió el corazón, se que lo que hice tampoco fue lo más ético; pero si hablamos de quién hizo más daño a quien el me lleva tanta ventaja. Tal vez mañana charle con el señor Wilde. Dormí plácidamente.e levanté y la misma rutina.

ONE BAD DAY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora