CAP 20

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Marcus me llevó a Arkham.

Me puse esto y unos tacones negros, algo bajos

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Me puse esto y unos tacones negros, algo bajos.
Camine y un guardia me reconoció. Abrió la puerta y me dejó pasar. Mis tacones resonaban por todo el lugar. Dios mío tanto tiempo sin estar aquí. El caminaba y yo seguía (así era la rutina hace tiempo) pero me llevo a un lugar distinto. Yo lo seguí desconfiada. Entramos a un pasillo que no conocía. Dónde estaban unas puertas. Eran los cuartos de los pacientes. Me guió hasta una en específico. Abrió la puerta y me dejó pasar. No había nadie. El cerro la puerta y me dió un susto. Me empezó a dar pánico. Creo que debería dejar de confiar en la gente. La puerta se abrió a mis espaldas y ví a Jerome. Su cara ya no estaba pegada con grapas. Eran puntadas aún frescas.

—Lo siento caramelito es que quería privacidad. -dijo sonriendo-. Te ves sexy.

Genial sabía que le gustaría.

—Veo que ya tu cara está mejor, Sr. Valeska. -dije en tono dulce-.

—Oh Ana te ves tan caliente. Pareces un angel, diablita. -dijo en tono seductor-. Si no te conociera diría que eres un amor. -se acercó-. Pero eres un verdadero demonio. -dijo en susurro-. Un demonio que se ve genial sin nada.

Yo me estremecí.

—Le diría lo mismo señor J. Pero usted si es un demonio en todo sentido. -dije riendo-.

—Si me vuelves a decir Señor voy a quitarte la ropa y a darte duró. -dijo susurrando en mi cuello-. Quisiera ver cómo saldrás de aquí sin poder caminar.

Retrocedí un paso. Sonreí. El estaba sonriendo.

—Antes de eso Jerome. Te traje algo. -dije sonriendo-. Se que odias lo cursi. Lo entiendo y si no quieres recibir el regalo lo entenderé. Solo que… -el me interrumpío-

—Caramelito lo que sea que me des es bueno. -Dijo sonriendo-.

Aún dude en dárselo. Mejor lo bese.

—Caramelito ¿Este es mi regalo? -dijo curioso-.

Asentí. Dios mío no sé si dárselo.

Comence con un beso apasionado. Lo tome del traje de Arkham. Baje mis besos a su cuello.

—Oye caramelito… -dijo entre jadeos-. Que traviesa te volviste.

Jamás he hecho un chupetón. En todo el tiempo de mi vida sexual jamás he marcado a nadie. Jerome es la única persona con la que deberás desperté una vida sexual. Me acerque a su cuello y comence a succionar. Escuché que mi chico soltó un gemido. Seguí succionando. Quite mi vista y lo ví. Era rojo, pase mi dedo pulgar.

—Caramelito que sexy. -dijo entre jadeos-. Pero aún no he dejado que me toques. Pero obvio esto es genial. Continúa.

Bese nuevamente sus labios. El abrió su boca entro su lengua a mi boca. Comenzamos con un beso. Dios mío parecía una lucha. Ya no sabía para donde mover mi lengua y cabeza. Era muy intenso. El me levanto. Enrolle mis piernas en su cintura. Beso mi cuello. Lo mordió. Le di un leve golpe en la cabeza.

ONE BAD DAY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora