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                                                                                               Laura


IVAR: 𝐻𝑜𝑙𝑎 𝐿𝑎𝑢𝑟𝑎.

Abro de golpe los ojos, veo a Ivar muy cerca de mi rostro y retrocedo para atrás, hasta que mi espalda choca con la pared de la fría celda. Escucho su horripilante risa que inunda toda la aldea y provoca que tenga ganas de vomitar.

-¿𝐷𝑜́𝑛𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎́ 𝑈𝑏𝑏𝑒?.

IVAR: 𝑃𝑟𝑜𝑛𝑡𝑜 𝑡𝑒 𝑟𝑒𝑢𝑛𝑖𝑟𝑎́𝑠 𝑐𝑜𝑛 𝑒́𝑙.

-¿𝑄𝑢𝑒́ 𝑙𝑒 𝘩𝑎𝑠 𝘩𝑒𝑐𝘩𝑜?.

IVAR: 𝐴𝑢́𝑛 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑣𝑖𝑑𝑎, 𝑡𝑒 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑢𝑛 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑒𝑑𝑖𝑑𝑎.

-𝑁𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑣𝑒𝑟 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑔𝑜.

IVAR: 𝐸𝑠𝑡𝑜 𝑠𝑖 𝑙𝑜 𝑣𝑎𝑠 𝑎 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑒𝑟.







                                                                                           Aila

HVITHSERK: ¿𝐴𝐼𝐿𝐴?.

Nuestra hija está dormida en la cuna que la fabrique, voy hacia mi esposo, está llevando el mando del barco.

-¿𝑄𝑢𝑒́ 𝑝𝑎𝑠𝑎?.

HVITHSERK: 𝑀𝑖𝑟𝑎 𝑎𝑙 𝑐𝑖𝑒𝑙𝑜.

Alzo la vista en el cielo se ven varias nubes formándose, en nuestras narices se está formando una tormenta.

-𝑀𝑎𝑙𝑑𝑖𝑐𝑖𝑜́𝑛.

HVITHSERK: 𝑇𝑒𝑛𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎𝑗𝑎𝑟 𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠, 𝑝𝑜𝑟 𝐻𝑒𝑙𝑔𝑎.

-𝑆𝑖, 𝑠𝑎𝑙𝑑𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎.

HVITHSERK: 𝐶𝑜𝑔𝑒 𝑎 𝐻𝑒𝑙𝑔𝑎. 𝐻𝑎𝑦 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑝𝑎𝑟𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑡𝑜𝑟𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎.





REINA JUNCAL: 𝐴𝑟𝑡𝑢𝑟𝑜, 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑖𝑒𝑟𝑡𝑎.

ARTURO: 𝑌𝑎 𝑙𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑦, 𝑎𝑝𝑒𝑛𝑎𝑠 𝘩𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑑𝑜𝑟𝑚𝑖𝑟.

REINA JUNCAL: 𝑇𝑒 𝑑𝑖𝑗𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑒𝑛𝑐𝑖𝑒𝑟𝑎.

ARTURO: 𝑉𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑎 𝑣𝑒𝑟 𝑎𝑙 𝑎𝑠𝑒𝑠𝑖𝑛𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝘩𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎. ¿𝐸𝑠𝑡𝑎𝑟𝑎́𝑠 𝑏𝑖𝑒𝑛?.

REINA JUNCAL: 𝐴𝘩𝑜𝑟𝑎 𝑙𝑜 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑠 𝑠𝑎𝑙𝑣𝑎𝑟 𝑎 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑜𝑠 𝑦 𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑖𝑛𝑜.

ARTURO: 𝐿𝑜 𝑙𝑜𝑔𝑟𝑎𝑚𝑜𝑠.

Madre e hijo se unen en un cálido abrazo, sobran por completo las palabras en este momento.







                                                                                           Laura

Dos de sus hombres me arrastran hasta salir de una de las cuevas. Cierro los ojos cuando veo el sol, menuda molestia, entonces empiezo a escuchar carcajadas.


Me llevan hasta la plaza de la aldea, en donde están todos reunidos y en el medio hay una persona completamente desnudo. Al estar de espaldas no veo de quién se trata, toda la aldea nos empiezan a abuchear y me tiran al barro. Al lado de aquel pobre hombre, levanto la vista, vuelvo a mirarle y entonces veo unos tatuajes muy característicos.

-¿𝑈𝑏𝑏𝑒?.

Tiene la mirada perdida, uno de los hombres me coge e intenta desvestirme.


IVAR: 𝐴𝐿𝑇𝑂.

Ivar le aparta de mi, entonces es él quién empieza a desvestirme. Intento pararle mientras lloro, pero él me golpea en la cara con muy mala hostia.


Al final me acabo desnudando por completo, intento tapar mis partes intimas con los brazos y cerrando las piernas. Entonces dos mujeres aparecen como de la nada, nos echan a Ubbe y a mi por todo nuestros cuerpos sangre de cabra. Al mismo tiempo las dos cantan una vieja canción vikinga.

No me puedo creer que vayamos a morir, este no puede ser nuestro final.

-𝑈𝑏𝑏𝑒.

UBBE: 𝑇𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜.

-𝑌 𝑦𝑜 𝑎 𝑡𝑖, 𝑈𝑏𝑏𝑒.



Amor vikingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora