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( Hola mis queridos lectores, como habéis podido ver he cambiado los fc de Aila y Laura. Estos nuevos me parecen más acordes a los personajes, estos días voy a estar cambiando lo del nombre de "Helena" por el de "Laura" que es el que tenía que haber sido desde siempre. Pero a veces no me daba cuenta y la cambiaba de nombre, os pido disculpas por ello y no volverá a ocurrir.)         
                                                                               Laura

No sabía con exactitud lo que ocurrió, después de haber estado de nuevo al filo de la muerte, no como y eso que Aila me intento dar de comer un par de veces pero no lo consiguió ya que no me encuentro bien. Aún no me puedo creer que siga viva, debí haber muerto es lo que realmente deseó; me quito la sabana, en toda la tripa tengo una gran venda, parece que la herida fue más de lo que recordaba.

Intento levantarme de la cama, pero en la tripa recibo como un pinchazo que me hace perder las fuerzas y caer, pero Aila entro en el cuarto al ver que me caí me coge a tiempo.

Aila:¿ Qué pretendías hacer?.

No la respondo ya que estoy muy avergonzada, ya no puedo ni levantarme sola, me ayuda con cuidado a sentarme en la mesa.

-¿ Cuánto he dormido?.

Aila: Dos días.

-Dime por favor que lo habéis capturado.

Su silencio me lo dejo bien claro, si no estuviera tan débil ahora habría salido yo misma a buscar a ese mal nacido y hacerle pagar por lo que me hizo.

Aila: Lo importante es que te encontraron a tiempo y estás viva.

-Crees que eso me vale.

Aila: Estás viva.

-Ya lo has dicho, ahora di otra cosa que tenga sentido.

Aila: Acaso insinuas que hubieras preferido morir.

-Sí...cualquier cosa es mejor que seguir con vida.

Aila: Se que no lo dices enserio.

-Hablo totalmente enserio, sabes que no quiero seguir con mi idea. Pero no quieres abrir los ojos.

Aila-Estás mintiendo.

Dos mujeres entran al escuchar nuestros gritos, pero al ver que nos quedamos calladas y que me encuentro bien se volvieron a marchar; miro de nuevo a mi amiga parece afectada por mis palabras, pero no voy a decir lo que ella quiere escuchar.

Aila: Ya no quieres llevar a cabo tú venganza contra Lagertha.

Astrid: Siento interrumpir vuestra charla de chicas.

Aila: Descuida, ya me marcho.

Deja el plato de comida en la silla en la que hace nada estaba sentada y se marcha de la sala, aparto la mirada para no chocarla con la de Astrid, debo decir que no me fio y nunca me fiare de ella. También debo decir que a estás alturas ni de mi misma me fio, camina hasta la cama y me ayuda a levantarme con mero cuidado pero vuelvo a tener otra punzada y está me duele mucho más que la anterior.

-No me toques.

Me acarició la barriga y vuelvo a sentarme muy lentamente para que no me de otra punzada, quita de la silla el plato de comida y se sienta en la silla.

-Dile que si quiere verme tendrá que venir él.

Astrid: Nadie quiere verte, lo dije para que nos quedaramos solas.

Amor vikingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora