Capitulo 14

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                                                                           Kateggat

ASL- No voy ha luchar contra ti, te entrego la espada que perteneció a mí padre y el reinado de Kateggat. -se da la vuelta y una de sus aún criadas, le entrega la espada que es la ofrenda de paz, entre las dos mujeres-

L- ¿ Así de fácil va a ser?.

H-¿ Lagertha?.

L- No me creo que no vayas a pelear por tú reinado o es que acaso nunca te ha importado.

-le ofrece la espada, que perteneció a su padre- Ya te he dicho que no voy a pelear.

L- Cobarde.

ASL- Es lo que tú piensas, yo solo quiero que me dejes irme y vivir en paz con mis hijos.

L- Después del daño que me causaste, me pides compasión.

ASL- Ragnar tomó el propio su decisión y yo no hice ningún hechizo ni ninguna otra cosa.

H- Vamos Lagertha, ten compasión.

ASL- ¿ Me dejarás marcharme y reunirme con mis hijos?.










Llevó toda la mañana con un extraño dolor en el pecho, pero, no estoy ni enferma ni herida; me parece muy extraño sentirme de este modo, igual es que el desayuno me está sentando como una patada en el culo. Mi caballo se detuvo, abro la cantimplora y le doy de beber mientras lo acaricio suavemente, aún el dolor no se me ha quitado, ¿ porqué tengo este gran dolor?.

Llegamos hasta otro río, ella se está dando un baño, aproveche para alejarme unos pasos de allí y con mi espada empecé a entrenar, nunca se sabe cuando puedo encontrarme con Lagertha y matarla.

M- ¿ QUÉ HACES MEANDO, IDIOTA?.

Su grito hizo que perdiera la concentración, miro hacia atrás maldiciéndola, recojo la espada que se me había caído, corro hacia ella con espada en mano; me parece raro que haya gritado, al llegar no me podía creer lo que mis ojos están viendo, Sigurd y Ubbe compitiendo por ver quién mea más alto y ella tapada con una manta gritándolos. No me lo creo en absoluto, empecé a reírme sin parar al contemplar aquella escena, lo que llamo la atención de los dos hermanos.

M-¿ QUÉ ES LO QUE TE HACE TANTA GRACIA?

-Te has estado bañando en sus meados.

Decía entre risas y más risas, lo cuál provoco que los hermanos también se rían, pero, claro a ella no le hizo ninguna gracia; se acercó a mí, pero la voz autoritaría de Ubbe me salvó.

M- Hasta aquí, nuestros caminos se separan.

UB- Acaso no quieres pasar tiempo conmigo.

M- Intenta que nadie te mate.

Quise detenerla, pero, Sigurd fue hacia mí y sus brazos me lo impidieron, estoy con ellos lo que significa que volveré a Kateggat; los abrace a los dos muy contenta, pero, ellos están todo lo contrario a mí. 

-¿ Ocurre algo?.

Ubbe no respondió a lo que le pregunte, volvió a su caballo y cada uno se monto en el suyo; él va delante de nosotros, miro ha Sigurd durante el camino restante ha casa, me contó lo que Lagertha les hizo menuda víbora.

SG- Por eso actuó de ese modo.

-Comprendo.

SG- Y ahora cuéntame, ¿ qué hacías en ese lago, con ella?.

Amor vikingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora