Amor vikingo

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                                                                                   Kattegat

La chica asintió sin mirar a ninguno de los dos hermanastros, Ubbe se levanta de la silla muy asustado pero fue hasta la chica, se agacha para quedar a su misma altura y la abrazo. Bjorm y ella se miraron sin comprender a que venía aquel abrazo, cuándo se separaron siguieron en silencio unos segundos más.

Bjorm: Ubbe aconpañame.

Torvi: Un momento...¿y qué pasa con Floki?.

Bjorm: Quédate con él, volveremos enseguida.

Los dos hermanastros salieron de la choza, es temprano por lo cuál aún la aldea no está llena por el mercado que hay todos los días; pero algunos ya se han levantado para empezar sus tareas. Caminaron hasta la tienda del adivino.

Al entrar en la pequeña tienda el incienso les inundo sus fosas nasales y el humo les impedía verle pero enseguida desapareció; él adivino está sentado tarareando algo que ninguno de los dos entendió.

-Da gusto volver a verte Bjorm y veo que no viene solo. Por fin nos conocemos Ubbe.

Ubbe:¿Qué hacemos aquí?. -le susurra ha Bjorm-

-Parece que solo vienes a verme, después de haber sufrido un "atercado".

Bjorm: Necesito que nos ayudes.

-La verdad nunca es buena.

Bjorm: Da igual, ¿nos ayudarás a salvar una vida?.

No quería saber que lo que se le pasa por la cabeza sea cierto, pero necesita saberlo, Floki es un buen amigo de la familia y no se merece lo que le ocurrió.

Bjorm: Dinos, ¿quién intento asesinar ha Floki?.

                                                                            Aila

Terminaron de tapar el agujero que habían estado cavando, ninguno de los presentes hablo se desicieron en silencio del cuerpo de la joven; lo normal para los vikingos es que cuándo alguien muere, se le hace como un altar en un barco en el cuál lo decoran con armas, objetos del cuerpo y si son mujeres joyas. Luego ese barco navega en el mar y le lanzan todos flechas quemadas.

Pero en está ocasión decidieron hacerlo de ese modo y decirles a los demás que está desaparecida. Claramente la verdad solo lo sabemos Ivar, Hivthserk, Harald y yo. No me gusta para nada guardar secretos, soy pésima para ello, me quede ahí de pie sin poder creérmelo.

                                                        ~Recuerdos~

Laura: AILA, CORRE.

Vi a mi amiga Laura salir corriendo de debajo de la mesa y decidí seguirla, corrimos por todos los puestos de la aldea. Sigo corriendo, giro la cabeza viendo como la hija del carnicero y dos amigas suyas nos están persiguiendo sin saber el motivo. Al volver a mirar hacia delante perdí de vista a mi amiga y encima choque con un hombre que tira de un burro.

-Mocosa, mira por dónde vas.

Aquel hombre me echó una mala mirada, de pronto siento como algo duro y con liquido estalla en mi cabeza; me toco el cabello y veo mi mano mojada de yema de huevo. Me puse detrás del burro, creí que eso los pararía, pero no fue así, ya que siguieron tirando huevos. Escucho como él hombre les grita y salgo de nuevo corriendo, escucho a la chica maldiciéndome.