35

31 2 0
                                    


                                                                                             Aila


Debemos protegernos del frío, así que como seguramente mi amiga estará hiendo a por ramas para avivar el fuego. Mientras yo acompañe a Onda a por agua del río que no está muy lejos de donde tenemos montado nuestro campamento.

Aun mi amiga no me dirige la palabra, se que ahora debe pensar mal, pero debo decir que a la larga me lo acabará agradeciendo.

-Esa chica si que es una desagradecida.

-Se siente engañada, ya que no fui del todo...sincera.

-La has salvado la vida.

Seguimos en modo alerta, ya que nunca se sabe cuando de la nada puede aparecer cualquier animal. 

-¿Qué importa si no has sido completamente sincera con ella?.

De entre unos arboles veo a un conejo joven comiendo, cojo una flecha la coloco cuidadosamente en el arco y al lanzarla consigo atravesarle directo en en el corazón.

-Somos como hermanas y nunca nos hemos ocultado las cosas. 

Camino hasta el cadáver del conejo, me agacho y le saco la flecha llena con su sangre, la limpió en la poca nieve que aun queda y se los entrego para que se lo guarde en su bolsa.

-Demonos prisa, debemos cazar más antes de que anochezca.

Asiente y continuamos con nuestra tarea, después de conseguir aquel  conejo nos hicimos con tres más y hasta un...jabalí.

-Ya debemos regresar. 

-Estoy segura de que ya las recibió.

-¿Desde cuándo lo sabéis?. -la pregunto poniendola contra un árbol, provocando que su bolso se le cayera y en su cuello le pongo mi hacha preferida- 

-Quién te crees que se las lleva, descuida es de confianza. 

-Regresemos.


Al volver vimos que ha recogido bastante leña, hoy se lo a currado al igual que nosotras, me siento cerca del fuego y comienzo a quitarle la piel para poder cocinarlo y que así cenemos algo caliente. 

-¿La estás buscando?.

-No quiero que se escape.

-Descuida, no es estúpida.

-¿Ahora os lleváis bien?.

-No es mala chica.

-No.

Los dos sonreímos y enseguida capto mi atención nuevamente en el conejo, cuándo lo termino de limpiar, él me releva y se pone a cocinarlo. 



-¿Cuánto tiempo vas a estar así?.

Laura: ¿De que estás hablando?.

-Te a salvado la vida.

Laura: No hables de lo que no sabes.

-¿No te la a salvado?.

Laura: A base de mentiras.

-Eres una estúpida.

Laura: No sabes nada de mí.

Amor vikingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora