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                                                                                      𝑨𝒊𝒍𝒂

La noche es hermosa y muy estrellada, miro las pequeñas olas que causa el movimiento del barco, menos mal que nunca me mareo en los barcos. Cojo el anillo de mi colgante sonriendo, como le echo de menos.

Laura- ¿Interrumpo?.

-No.

Laura- La brisa viene muy bien.

-Sigues sin creerte lo que te dije sobre nuestra libertad.

Laura-Hasta que no lo vea, no me lo podre creer.

-Eso mismo dije al principio.

Laura- La libertad, la veo muy lejana.

-No siempre estaremos huyendo.

Se ríe con lo cuál me contagia la risa, hacia mucho que no me reía tanto. Escondo el anillo dentro de la camisa, sin apartar la mirada del mar.

-Descansemos, nos vendrá bien. 

Laura- Ve tú yo me quedare aquí un rato más.

-Bien.

Me acaricia la mano derecha y se marcha quedándome de nuevo sola.

Floki-Estamos en un barco, muy lejos no puedes esconderte de mi.

-No lo estoy haciendo.

Floki- Se que aún no me aceptas.

-Es complicado aceptar a un padre que abandona a su propia hija.

Floki- Hvithserk me dijo lo mismo.

-No se equivoco.

Floki- Cuándo lleguemos a la aldea te dejare en paz.

-Y volverás a abandonarme.

Floki- Aila.

Ya es hora de irse a la cama, me tumbo al lado de mi amiga y intento no llorar.

-¿Has visto a Margareth?.

𝐅𝐫𝐞𝐢𝐝𝐢𝐬-Está hablando con unas mujeres.

-Traéla, quiero hablar con ella.

𝐅𝐫𝐞𝐢𝐝𝐢𝐬-¿Qué la vas a hacer?.

-Solo vamos a charlar.

𝐅𝐫𝐞𝐢𝐝𝐢𝐬-Bien.

Se marcha dejándome solo, miro la estatua que han destapado por fin, es enorme y esplendida.

Margareth-Freidis me a dicho que quieres verme.

-Exactamente.

Margareth-¿Que quieres?.

-Sientate, así hablaremos más tranquilas.

Dejo mi cuernos sobre la mesa y me siento, pongo las manos sobre la mesa; no deja de temblar un montón.

-¿Tienes frío?.

Margareth-Un poco.

Me levantó de la silla y camino con lentitud hacia mi alcoba donde tengo una piel de animal y se la pongo por encima.

Margareth- Gracias.

Me sonríe fijandome en ella, más concretamente en sus dedos, en la mano derecha en el dedo corazón lleva la alianza de su boda con Ubbe. Río ya que se me acaba de presentar una oportunidad, se la ve muy distraída.

Amor vikingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora