𝟏𝟓

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—¿Q-que h-haces aquí? —fue lo primero que mi atropellada voz pudo pronunciar.

Miré en todas las direcciones buscando una forma de escapar, pero Jennie seguía todos mis movimientos con su cabeza, tapándome la visibilidad por completo. ¿A quien engañaba? no podría librarme de ella ni juntando todas mis fuerzas.

—Pensé que me darías explicaciones del por qué estas aquí.

—Yo...—mi mirada se desvió a un costado, especialmente a Kuma quien me miraba con su cabeza ladeada.

—Ya no importa—se encogió de hombros y tomo mi muñeca en un firme agarre.

Me sorprendí de su inesperada acción así que trate de liberarme, pero todo fue en vano, como siempre. ¿Cómo podía ser tan fuerte?, o quizás yo era muy débil

—¿Q-que haces? —dije con inquietud una vez que me arrastro afuera de su habitación rumbo a la "mía".

Ella guardo completo silencio. Parecía estar enfocada en una sola cosa; la cama. Me lanzo a esta sin mucho cuidado y ato mis muñecas en la cabecera con un par de esposas que hasta el momento no me había dado cuenta que llevaba consigo.

Solo podía pensar en una cosa; estaba realmente jodida.

—Suéltame. No me puedes tener así—le suplique.

Su estúpida sonrisa se hizo un poco más grande y salió de la habitación tras mirarme divertida.

—¡Jennie! —grite—No me dejes aquí—solloce e intente romper el agarre que sostenía mis muñecas pero nada funciono, al parecer eran reales...claro que debían ser reales, con Jennie todo era real.

Ella volvió a entrar a la habitación y cerro la puerta detrás suyo. Sus labios entre abiertos y su mirada deseosa me hacían estremecer.

—¿Qué te hace pensar que voy a irme?

Camino con lentos pasos hasta el pie de la cama y se subió a esta. Empezó a gatear con la mirada fija en mis ojos. Tome una lenta respiración mientras la veía avanzar hacia mí. Todos mis sentidos estaban agudizados, esperando por su primer movimiento.

Se posiciono encima de mi cuerpo y acerco su rostro al mío. Su calor corporal me envolvía, sentía sus senos presionados contra los míos y su cabello haciéndome cosquillas en el rostro. Llevo una mano hacia los botones de mi pijama y jugueteó con uno de ellos por unos cuantos segundos. Cuando creí que lo quitaría—de la manera en la que cualquiera persona lo hubiese hecho— llevo su otra mano al  otro extremo y ejerciendo un poco de fuerza la desgarro en dos partes. Me quede inmóvil. Por largos segundos olvide como respirar, me concentre únicamente en como su pecho subía y bajaba con dificultad.

Jennie acopló su cuerpo al mío hasta que no quedo ningún espacio entre ambas. Estábamos tan cerca que podía sentir su corazón latiendo con rapidez. Se inclino levemente captando mi labio inferior. Pensaba en oponer resistencia pero cuando sus cálidos y carnosos labios tocaron los míos me olvide de mi estúpido plan. Empecé a besarla con el mismo fervor que ella— o al menos eso intentaba—pero no podía seguir su ritmo. 

Minutos después, bajo sus besos húmedos por mi cuello, deteniéndose en un punto fijo; mi lunar. Parecía que tenia una especie de fascinación por el. Sus manos se movieron intentando sacar de mis brazos lo que quedaba de mi pijama, ejerció un poco más de fuerza partiéndola nuevamente y la arrojo a algún lugar en la habitación.

Casi me desmayé cuando la vi quitándose su camisa. Era la primera vez en mucho tiempo que la veía de esa forma tan intima. Mis ojos no se quitaban de sus movimientos lentos, note mi centro palpitar, pidiendo por atención. Se deshizo de sus vaqueros también, quedando únicamente en ropa interior de encaje negro.

𝐄𝐍𝐅𝐄𝐑𝐌𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 ❬ 𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀 ❭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora