𝐄𝐍𝐅𝐄𝐑𝐌𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 ❬ 𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀 ❭

𝟑𝟔

Actualidad.

Septiembre 2025

Me acomode en el sofá de cuero, dejando que el cuerpo se relajara después de lo ajetreado que había sido el día. Podría dormir aquí mismo pero la molesta voz de Wonho y Peter, mi abogado, le cortaba las alas a mi huida al mundo de los sueños.

—No lo creo. Es casi imposible que la muestre a estas alturas. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Unos cinco meses. Solo está extendiendo el juicio sin ningún motivo—Peter se movía de un lado a otro con la mano sobre la barbilla—Si el sujeto de la recepción no te hubiera visto esto hubiera acabado en una semana.

—Pero aún puede mostrarla—Wonho se cruzó de brazos—Esa llamada es una declaración grabada de un asesinato. No habría más que hacer, Jennie estaría perdida. Además algunos de los que estaban en la academia de baile dijeron que Jennie se mostró agresiva sin motivo alguno.

—¡Pero la chica no va a mostrarla!—grito Peter—Inicio un juicio contra Jennie por el mero placer de que esto durase años, sin ninguna prueba sólida más que “creo que eres tú porque si”—se detuvo y me miró intensamente—Sorpresivamente las cámaras de seguridad de JB comany tenían un fallo ese día y el arma que dejaste tirada frente a la habitación no tiene ninguna de tus huellas. De nuevo, no hay pruebas, solo acusaciones sin fundamentos y eso no es suficiente para encerrar a alguien.

—¿Podríamos dejar de hablar de esto?, es lo único que he escuchado en meses—masajeé mi cienes  con lentitud—Siento que voy a explotar.

—Jennie, Lisa está jugando con nosotros—Wonho se acercó y continuo hablando del tema ignorando por completo lo que dije—Si quisiera enviarte a prisión ya lo hubiera hecho, entonces, ¿Qué está esperando?.
 
—Tal vez no grabó la maldita llamada. Estoy segura que si inicio el juicio es porque me quiere ver detrás de las rejas, no hay razón para no mostrar la llamada.

Odiaba que dijeran su nombre. Odiaba verla día tras día sentada en esas sillas de madera caoba con una fingida expresión de tenerlo todo bajo control. Claro que no tenía nada bajo control y me lo demostró hace dos días cuando se desplomó inconsciente sobre el piso. Tal vez ir a verla al hospital no hubiera sido mi más brillante idea pero sentía que moría si no pudiera volver a tenerla así de cerca.

—Vamos—Wonho río—Tu y yo más que nadie sabemos lo fácil que es obtener una conversación teléfononica.

Wonho tenía razón, incluso Peter. ¿Qué era lo que estaba esperando Lisa para mostrar esa llamada al juez?, la única respuesta coherente que lograba encontrar era que quería hacerme pasar por este estrés continúo hasta que me declararán culpable o inocente.

—Ella está esperando—susurre.

. . .

Respiré el aroma a papas fritas de la sala. Wonho había comprado una docena por lo menos y se había encargado de comérselas todas él solo. Me encontré deseando que estuvieran de regreso y habláramos del juicio nuevamente. Lo que sea para mantener mi mente ocupada y que ella no llenara mis pensamientos.

Deslicé las cortinas a un costado y me apoye de las barandas del balcón. La luz de su antiguo departamento estaba encendida, pero ella no estaba ahí. Desde hace unos meses que una anciana se había mudado a él. La veía ahora, haciendo ejercicios de yoga con su espalda encorvada y una mueca de frustración en su rostro.

Reí por lo bajo cuando me pilló mirándola y me lanzó una mirada furiosa.

Regrese a la sala sumida en la penumbra. Ni siquiera quería encender las luces. Todo a mi alrededor estaba como yo: Triste y desolada.