Rodaba la segunda semana de mi mes libre. En todo este tiempo no me preocupe por nada más que no fuera Lisa. Deje todas mis preocupaciones en un baúl que deseche en el fondo de mi conciencia. Cuando despertaba a su lado cada mañana solo podía sonreír como una tonta, recordándome una vez más que ella estaba aquí, conmigo. No podía ser más feliz.
Deje el libro que leía a un lado y comencé a acariciar su sedoso cabello castaño. Estaba recostada en mis piernas mientras jugaba con un cubo de rubik, que, desde que lo encontró en el ático, no ha parado de usarlo.
Su entrecejo se fruncía constantemente al no poder resolverlo, dándole una apariencia más tierna de lo usual. Sonreí inconscientemente.
—Vas a quedarte sin dedos —bromeé al verla moverlos desesperadamente, intentando encontrar el orden correcto de los colores—Estás haciéndolo mal.
—¿En serio? —exclamó con ironía—Esto es frustrante, pero no puedo parar. Quiero terminarlo—suspiró molesta.
—No es tan difícil.
Lisa se incorporó y me miró atentamente.
—Hazlo tú entonces—me paso el cubo y yo lo tomé rodando los ojos. Quería que continuara en mis piernas.
En menos de un minuto terminé por armarlo. Con todos sus colores perfectamente agrupados.
Lisa abrió su boca formando una "o"
—¿Cómo lo has hecho?.
Me encogí de hombros.
—Pasé tres días intentando armarlo—me quito el cubo de las manos—No me vengas a decir que es fácil.
Termine riéndome mientras ella solo fruncía el ceño.
—Enséñame—hizo un tierno puchero.
Lamí mis labios y volví a sonreírle.
—Son algoritmos, los "u" abreviación de "up "que significa arriba; Normalmente son los blancos, los giros se deben de hacer al contrario de las agujetas del reloj...
Lisa me miraba con una expresión desencajada mientras terminaba por contarle como resolverlo, hasta que me detuvo poniendo una mano frente a mi rostro.
—Ya déjalo, esto no es para mí—se levanto del sofá—iré a buscar helado.
La observe con gracia hasta que desapareció de mi vista. Volví a tomar "El retrato de Dorian Gray" en mis manos y una vez más, empece a leerlo.
—¿Sabes? Nunca he entendido porque a la gente no le gusta envejecer—exclamó Lisa entrando a la sala. Tenia un cubo de helado en su mano derecha y su vista fija en la portada de mi libro.
—Los recuerdos—murmuré pasando de página.
Se recostó a mi lado, poniendo su cabeza en mi hombro. Aspire su dulce aroma y suspiré al sentir su calor envolverme otra vez.
—¿Los recuerdos? —pregunto en el mismo tono.
—Envejecer es un proceso natural e irreversible...pero en algún punto las personas se detienen a pensar en su yo pasado; Lo que vivieron, lo que hicieron, momentos esporádicos de su vida. Recordar es vivir pero también morir, pensar en lo que ahora son y en lo que jamás volverán a ser.
Lisa asintió lentamente, parecía pensar en lo que acababa de decir.
—¿A ti te da miedo envejecer?.
—De pende.
—¿De qué?
—De no tener lo que quiero, de vivir sin sentido. Cuando sea mayor quiero mirar mi pasado y darme cuenta que hice todo lo que quise.
—¿Y tienes lo que quieres? —volvió a susurrar, llevándose una cucharada de helado a la boca.
Miré sus labios rosas, ahora manchados con una fina capa de helado. Dejé el libro a un lado y me giré hacia ella, quedando muy cerca de su rostro. Pude ver su sonrojo inmediato.
—¿Tú que crees? —mi vista estaba fija en sus labios.
Me incline hasta atraparlos con los míos. El sabor dulce era indiscutible, no me gustaba mucho la vainilla pero viniendo de sus labios todo era diferente. Creaba una mezcla deliciosa para mi poca cordura.
Baje mis besos hasta su cuello, deteniéndome en su lunar.
—No sabes como me gusta—dije antes de darle un corto beso y luego subir nuevamente a sus labios—No sabes como me gustas.
—Tú también me gustas mucho.
Sonreí de lado.
—Quiero estar siempre contigo.
Fue su turno de sonreír.
—Y yo contigo.
Coloqué mi cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su acelerado corazón. Sentí como se movía para dejar el helado en otro lado y luego sus brazos me envolvían en un abrazo acogedor. Cerré los ojos al instante; disfrutando de la agradable sensación que solo ella podía darme. Me sentía en las nubes cuando estábamos así. Si pudiera vivir en un recuerdo, seguramente fuera en este.
—Te amo tanto, mi Lisa.

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𝐄𝐍𝐅𝐄𝐑𝐌𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 ❬ 𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀 ❭
Fiksi Penggemar❛❛ Jennie, perdió toda su cordura cuando decidió mirar a la pequeña y dulce Lisa ❜❜ ( ; 𝘼𝙙𝙫𝙚𝙧𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖。 ↳ Relación; 𝑎𝑑𝑢𝑙𝑡𝑎 + 𝑚𝑒𝑛𝑜𝑟.