𝐄𝐍𝐅𝐄𝐑𝐌𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 ❬ 𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀 ❭

𝟎𝟏

5 años antes

Baje del coche caminando en un sensual movimiento. El vestido que llevaba puesto en ocasiones se subía mas de lo debido lo que me obligaba a bajarlo con mis manos. Hoy más que nunca me alegraba haberme puesto gafas de sol, podía observar mi entorno con libertar, todos me miraban, desde los alumnos de primero hasta los profesores y conserjes.

Seguí a paso ligero pretendiendo no saber que tenían sus ojos en mi, agradecía bastante que mi primera aula de clase estuviese tan cerca, venir con estos tacones no había sido muy buena idea, pero debía hacerlo, mi estatura no es muy alta que digamos. No me gusta quedar más pequeña que los demás, y menos que mis estudiantes.

Entre al aula abriendo las puertas de par en par, todos giraron sus cabezas en mi dirección, si quería hacer una gran entrada, lo había logrado.

Me acerque a mi escritorio dejando mi bolso. Quite mis gafas de sol y las coloque en mi escote, pude escuchar unos cuantos suspiros, estaba acostumbrada, suelo tener ese efecto en la gente.

Pase una vista rápida por cada uno mostrandole una pequeña sonrisa.

—Buenos días a todos. Me llamo Jennie Kim, seré su profesora de literatura durante todo el año escolar.

Respondieron a mi saludo con un fuerte "buenos días profesora Kim". Reprimí una risa al notar lo forzado que sonó.

—Tres cosas—continué—Disciplina, respeto y puntualidad—dije alzando un dedo de mi mano en cuanto decía cada una—Cosas simples que deben cumplir si quieren que nos llevemos bien. Si hay algo que detesto es ser niñera—camine hasta detenerme en el centro—Como es el primer día solo se presentaran—señale al pequeño chico en frente que negaba con su cabeza—Tu primero cariño.

Volví a mi escritorio y tome asiento cruzando una de mis piernas sobre la otra, observe al chico, su caminar era lento, como si le doliese hacerlo. Parecía muerto de vergüenza y asustado en cada paso que daba. Deje mis dedos caer sobre la mesa creando un sonido que gritaba:"date prisa". Apenas había llegado pero tenia muchas cosas que hacer al salir, si, soy una mujer muy ocupada.

El chico cerro fuertemente los ojos tomando una gran bocana de aire para proceder a hablar.

—H-hola mi...mi n-nombre s-soy...y-yo—todo el salón entero exploto en carcajadas.

Fruncí mi ceño mirando a los que se retorcían de risa en sus asientos. ¿Que no escucharon lo que les dije?. Incluso algunos golpeaban las mesas mientras emitían risas exageradas. Es curioso, esta es una o quizás la escuela mas prestigiada de todo Seúl, donde solo los hijos de personas adineradas asisten, sin embargo, parecen que nadie les enseño modales, ¿debería hacerlo yo?, por supuesto.

—Silencio—dije en un tono bajo pero firme. Las risas fueron cesando poco a poco hasta terminar, de nuevo tenia la atención de todos.—¿Les parece gracioso burlarse de su compañero?. ¿Tienen cinco años o que?....Quien vuelva a reír se ganara una expulsión por dos semanas—mire al chico que aun se encontraba en el centro con la cabeza gacha—Puedes continuar.

Sus manos estaban brillantes, una capa de sudor las cubría. ¿Se va a desmayar?, dios, espero que no.

—Gr-acias...Me llamo Koompimook,pero todos me dicen Bambam. T-tengo dieciséis años y v-vengo de T-tailandia—se inclino un poco hacia el frente, corrió a su asiento a sentarse.

Ladee mi cabeza para señalar al siguiente en la fila.

Se levanto de inmediato, logrando un molesto chirrido al mover su silla atrás, tuve que cerrar mis ojos unos segundos. No es por sonar patética pero podía asustarme con mucha facilidad.