𝐄𝐍𝐅𝐄𝐑𝐌𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 ❬ 𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀 ❭

𝟒𝟓

Pov Jennie

Era el decimoséptimo cumpleaños de Emily pero parecía más bien un funeral. Mientras la miraba de lejos solo podía pensar en que era lo que le había pasado y por qué razón no me había comentado nada al respecto. Sabia que tenia que darle espacio pero no podía quedarme de brazos cruzados y menos en un día como este.

Me acerque y tomé  el asiento a su lado. Su mirada afligida mientras revolvía la bebida que sostenía flaqueó mi corazón.

—¿Que pasa cariño?

Ella levanto la vista un instante antes de volverla a la bebida.

—¿Mmm? 

—Emily.

—No es nada.

—Emily—utilicé un tono de voz más grave para hacer que me prestara atención.

Ella suspiro cansada pero finalmente me dijo algo.

—¿Que pasa cuando odias tanto a alguien que lo único que quieres hacer es...matarlo?—murmuró— Quiero decir—tomó un sorbo de la bebida—¿Que haces con todo ese odio?, No puedo saciarlo hasta cumplir lo que deseo,  él está ahí, frente a mi y aún así... no puedo, no puedo porque eso me convertiría en una persona horrible, una escoria de la sociedad... pero entonces...¿Cómo vivo con este sentimiento que me atormenta diariamente?

Mi pequeña Emily ocultó el rostro entre sus manos y suspiró. Notaba el sufrimiento que cargaba dentro de si, podía ver a una muy joven versión de mi en ella. La tomé con mucha delicadeza de la barbilla e hice que me mirara. 

—¿Quién es?

—François—respondió sin titubear.

—¿Por qué lo odiamos tanto?

—Está enamorado de mi Melany, no quiero que se le vuelva a acercar nunca más.

—¿Que dice Melany al respecto?

—Dice que es solo su amigo, que él lo sabe, que sabe que estamos juntas y blah, blah, blah—rodó los ojos—No se da cuenta de sus intenciones, quiere separarla de mi.

Parece que las personas jamás podrán dejar de ver lo que ya le pertenece a otras. Era mejor arrancar la mala hierva desde la raíz que solo cortarla en la superficie y arriesgarse a que volviera a crecer.

—Cariño, la única forma de apaciguar un sentimiento es dándole lo que el sentimiento quiere...pero recuerda que los ojos hablan y las palabras condenan.

Pov Emily.

Me quedé pensando un instante en sus palabras. No era ninguna tonta, mi madre quería que actuara con cautela. ¿Le debería dar una paliza?, imposible, me sacaba cinco cabezas y su cuerpo era demasiado grande. ¿Debería acusarlo de algo? No, era muy arriesgado...¿Debería... debería...

Mire a los alrededores buscando algo o alguien que me sirviera de ayuda. Encontré a Max leyendo en una esquina desolada, tan solitario y nerd como siempre. Me acerque sin pensarlo y su sonrisa no se hizo esperar.

—¿Que haces Maxi?

—Estoy leyendo la última edición del libro que te comenté la vez pasada. ¿La recuerdas?—levantó la portada para que lo mirara—No puedo dejar de leerlo.

—Ah—fingí pensar—No la verdad es que no.

—Deberías leerlo. Hay una chica aquí que se parece a ti, nació desde un barril de deshechos tóxicos y ahora puede derretir todo lo que toca, por eso usa guantes.