𝟎𝟒

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Sostenía entre mis manos el teléfono. No estaba haciendo nada con el mas que ver algunas noticias en redes sociales, intentando distraerme. Hace poco mas de 40 minutos termine de dar mi clase, sin embargo, parece que la de Lisa aun no ha acabado, ya que no la veo por ningún lado. A menos que haya decidido irse, lo que seria una falta de respeto total y dudo que hiciera algo así. 

Pero nunca se sabe, no la conozco. No se nada de ella salvo que es extremadamente hermosa y viene de Tailandia.

Por otro lado, mi "propuesta" es bastante estúpida, ya que podría habérsela dicho en menos de 10 segundos en el salón de clases, pero que mas da, soy la profesora y hago lo que quiera.

Moví mi vista al mostrador,debería comprar algo para las dos. Me hubiese gustado citarla en otro lugar que no fuese la escuela pero, seria muy extraño si lo hiciera. Debo ir paso a paso si quiero conseguir algo con ella, aunque no se muy bien que quiero exactamente.

Me levante de la silla y me dirigí al chico encargado con gorra y cabello sobresaliente que tapaba gran parte de sus ojos, pedí dos batidos de chocolate. No paso más de dos minutos cuando ya tenia el pedido en mis manos, le agradecí y volví a la mesa, coloque uno justo en frente donde se supone se sentaría Lisa cuando llegue.

Escuche gritos afuera, algunos estudiantes comenzaban a pasear por el campus, corriendo y gritando cosas sin sentido, ¡genial!. Ya había terminado otra clase, llevo esperando una maldita hora aquí.

Le daba el primer sorbo a mi bebida cuando Lisa hizo su aparición. Eleve ambas cejas formando una mueca de disgusto por su tardanza, pero la disipe en cuanto la mire bien: Lucia extremadamente cansada, algunas gotas de sudor cubrían su frente, su pecho subía y bajaba respirando con pesadez. 

—Disculpe señorita Kim—jadeo—Mi clase duro mas de lo que creí—dijo tomando asiento en frente.

No sé si Lisa creía que era estúpida, o de verdad pensaba que podía tragarme una mentira como esa. 

—No te preocupes...¿por qué estas tan sudada?—pregunte. Señale con una mano mano su bebida, me susurro un "gracias" y comenzó a beberla de prisa. 

—Bueno—dio un gran respiro—No importa eso—susurro lo ultimo, haciéndome fruncir el ceño.

—¿No importa eso?—ladee la cabeza.

Francamente no debería importarme una mierda lo que haga pero parece apenada con no decirme y en realidad si me importaba.

—Fue una broma—volvió a decir en tono bajo.

—¿Una broma?.

Asintió. Sus ojos estaban clavados en la mesa mientras bebía por el sorbete. 

—Entonces...¿alguien te hizo una broma?.

Volvió a asentir. Estaba molestándome su forma de responder ¿que no tiene voz?. Solté un largo suspiro y la mire.

—Dime que fue lo que paso.

No respondió, solo me dedico una rápida mirada y comenzó a jugar con el brazalete en su mano izquierda. Note que tenia leves rasguños en sus manos, ¿que diablos había pasado?.

—Lisa—insistí.

—Ellos...ellos escondieron mi mochila, ahí tenia todo, hasta mi teléfono—puso una mano en su frente—y me tiraron al suelo, me dijeron cosas horribles...estuve, estuve intentando recuperarla pero no pude.

Sus ojitos estaban tristes, casi apunto de llorar. Tenia el típico hipo que sale cuando intentas hablar y al mismo tiempo no puedes contener las lagrimas.

𝐄𝐍𝐅𝐄𝐑𝐌𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 ❬ 𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀 ❭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora