🥀Nueva Orleans🥀

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Tres semanas después...

Todo ha sucedido tan rápido. Elijah no intento volver a hablar conmigo y yo en serio le agradecía eso.

- Hola, amor.

- Hola, lobito.

- Te dije que no me gusta ese apodo.

Me reí. Supongo que debería llamarle Lobón en vez de lobito.

- Bueno, amor, vengo a decirte que nos vamos.

Que!? Como se van!? A donde!?

- A donde?

- Nueva Orleans. Tengo unos asuntos que hacer.

- Nik, no. Por favor no se vayan.

- Rebekah y Elijah se quedarán. Kol y yo nos vamos.

Y Finn? Ah no verdad. Mami e hijito terminaron bien muertos gracias a Kol, Klaus y Damon.

- Nik, no se vayan.

- Lo siento, amor. Tenemos que irnos.

No quería que se fuera. Lo extrañaría demasiado.

- Por favor, lobito... No hay otra manera?

Niklaus negó pero en ese momento, se me prendió el foco.

- Ya se. Voy contigo.

La cara de Klaus cambio. Se puso nervioso y un poco asustado.

- Amor, es peligroso.

- No importa. Yo quiero ir contigo.

Niklaus sonrió y luego me abrazó.

- Entonces, amor, tendrás que hacer tu maleta. Mañana salimos.

- Gracias. Gracias.

Lo bese y me fui a mi habitación a empacar. Un tiempo lejos de Mystic Falls me hará bien.

- Te vas con el?

- Si! No es fantástico?

- No... Te voy a extrañar.

- El bebé Damon no podrá estar sin mi?

Me burle de el. Damon función el ceño y se me acercó para abrazarme.

- No. Es solo que voy a extrañar a esa pequeña T/n que cantaba a todo pulmón mientras se duchaba.

Lo golpeé. Idiota. Siempre me tenía observada.

- Estas segura de que será bueno que viajes? Yo quiero ver crecer a mi sobrino sano.

- Idiota. Si, además será bueno cambiar de aires.

Damon acarició mi barriga que ya se notaba un poco más. Por mucho que Damon parezca un chico rudo, es muy cariñoso conmigo y con el pequeño alien que llevo dentro mio.

- Ya sueltame. Tengo que alistar mi maleta.

Damon desapareció en un abrir y cerrar de ojos y cuando pude reaccionar, el tenía dos maletas en sus manos.

- Creo que Klaus se haría el difícil, pero parece que se lo pusiste más fácil.

- Que?

- Que Klaus quería llevarte con el y no sabía cómo decírtelo. Le ahorraste el trabajo de rogarte. Antes de ir contigo, nos dijo a mi y a Kol alistarte unas maletas y eso hicimos. Así que aquí tienes y ahora te botaré mi casa de una patada. 

- La propietaria soy yo. Así que no me voy hasta mañana. Por cierto, debemos ver para que ustedes vuelvan a ser los dueños de esta casa.

- No, tranquila. Es mejor que seas tú la dueña. Al menos la casa es segura.

Duele amar [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora