Duele amar [TERMINADA]

🥀Inesperado🥀

Al dia siguiente...

Agh... Mierda. Me duele la cabeza. Creo que no debí tomar mucho anoche. Digamos que me aproveche de que todos estaban fuera de si y me tome unas copitas de más... Nada grave.

- Agh... Chicos?

Aguanten el carro. Estoy en una cama... Maldita sea no creo que haya pasado nada o si? Díganme qué no porque me mataré.

Volteo asustada y no veo a nadie. Llevo puesta mi ropa por lo que es poco probable que haya hecho algo loco anoche.

- Buenos días.

Eh? Sale del baño... No, por favor no... Que no sea lo que creo que es...

- Elijah, que pasó?

- Ey, tranquila... No pasó nada. Estabas ebria pero no tanto como para que pase eso.

Suspiré tranquila. Pero algo me hizo desviar la mirada.

- Si no paso nada... Eso que es?

Tenía marcas de labial en su cuello... Joder, no. Yo ni siquiera llevaba maquillaje.

- Ah, no, relájate. No fuiste tú. Ni siquiera tenías maquillaje encima.

- Entonces de donde salió?

- Hayley.

Es broma, no? Aún con un hijo dentro de ella? Dios esa loca necesita un psiquiatra.

- Debiste estar muy ebrio para que eso pasara.

- Como digas. Toma- Me lanzó una muda de ropa- Cámbiate rápido, Niklaus llegará pronto.

Cogí la ropa y me levante rumbo al baño pero me detuve.

- QUE KLAUS QUE!?

- NO GRITES!

- EXPLICATE!

- Niklaus llamo para decir que volverá ahora. No se... Tal vez de desocupo rápido. Ahora alístate. No creo que quieras que Niklaus perciba el aroma del alcohol.

Me asuste. Si Nik se entera... Me matará. Entro al baño desesperada y me doy un baño rápido. Saco la ropa que me dio Elijah y descubro que es un vestido rojo... Curioso. No tenía eso antes. Elijah lo debe haber traído. Como sea.

- Ya terminaste!? Está abajo!

- YA VOY!

Termine de arreglarme y salí. Elijah me esperaba para bajar.

- Hola, amor.

- Nik! Hola!

Me lancé hacia el y lo bese. Fugazmente miré a Elijah y note una mirada de tristeza que ocultó rápidamente mirando hacia abajo.

- Como has estado?

- Bien... Solo que he estado cuidando a los que dejaste que me cuiden.

- Bueno, ya sabes cómo son.

- Aja... Y que tal? Para que fuiste a Nueva Orleans?

Se quedó callado. Curioso.

- Asuntos pendientes, amor. Pero ya estoy aquí.

Asuntos pendientes? Por que siento que me oculta algo importante? Bueno, no creo que deba ser algo grave.

- Okey... Cuanto te quedarás aquí?

- Ya me estás botando, amor?

- Pregunto. No quiero acostumbrarme para que después te vayas.