🥀Sangre de vampiro🥀

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Una semana después...

Definitivamente, Klaus Mikaelson sabe divertirse. La semana ha sido la mejor de mi vida... Además, con la llegada de Bekah a Nuevo Orleans... Todo fue mucho mejor.

- Todo bien, amor?

- Si, lobito.

- Necesitas pensar en otro apodo. 

- No quiero.- Le saque la lengua y el se rio.

- Pareces una niña, bueno no importa. Ven, vamos a salir con Kol y Rebekah. 

- A donde?

- A ir a ver algo. 

Como siempre, Klaus. Nunca me dice a donde vamos... Todo tiene que ser una sorpresa. 

- Bueno, vamos.

Nos dirigimos al auto y arrancamos. Supongo que esto de las sorpresas es algo común en la familia Mikaelson. Pero no me molesta, mas bien me gusta. Le da sentido a la vida... Al menos en mi opinión. 

- Llegamos.

Una casa en un lugar alejado... Debo asustarme? Creo que si.

- Me mataran? Porque no veo otra respuesta para que me traigan aquí.

- Tu imaginación nos encanta, preciosa. Pero no, no te vamos a matar.  Aquí viviremos a partir de ahora.

- Es broma!? A mi me gusta el otro lugar.

- Pero no cabemos y no pienso seguir durmiendo con Kol a mi lado. Es incomodo.

- Aja... Supongo... Que no tengo otra opción mas que aceptar.

- Exacto. Pasa. Sabemos que te gustara mas que la otra.

Entre y definitivamente se me cayo la mandíbula al suelo. La casa era muy bonita y mucho mas grande que la otra. Creo que me tomo 20 o 30 minutos recorrer la casa, no toda claro. Pero cuando fui a buscar a los chicos no los encontré.

- NIK! KOL?

- Aquí afuera!

Fui a la puerta y vi a los tres ahí.

- Por que no entran?

- Porque Nik tuvo la brillante idea de ponerte como dueña de la casa.

- Ah... Bueno. Pasen.

Tres horas después...

- YA BASTA! PARA NIK!

- No quiero.

- NIK TE VOY A MATAAAAAAAR! BAJAMEEEEEEEE!

Alguien puede decirme porqué los Mikaelson adoran cargarme como saco de papas!? Detesto eso. 

- Okey, te bajare.

Me bajo... Pero a su cama. Y eso solo significaba una cosa.

- NO! NI SIQUIERA LO PIENSES! NOOOOOOOOOO!

Empezó a hacerme cosquillas y yo solo me revolvía en la cama tratando de quitarlo de mi encima. 

- NIK, NO! PARAAAAAAA!

- No quiero.

- DEJAMEEEEEEEEE! TE MATAREEEEE!

- VALE! DEJA DE GRITAR!

Me dejo tranquila y por fin pude recuperar el aire que sentía que me faltaba.

- No hubiese gritado si no me hubieses tenido tirada en la cama y haciéndome cosquillas.

Duele amar [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora