—Lexa va a matarnos.
Con frecuencia, Chantria me presionaba demasiado para seguir las órdenes y apegarme con firmeza a todo aquello en lo que Lexa creía. A veces era complicado que accediera a ser mi mano derecha para todas las locuras que se me ocurrían, mas terminaba por aceptar acompañarme al saber que no podría hacer nada mejor estando encerrada en la torre de Polis, aunque, claro, la emoción que le provocaba salir a los vastos bosques que parecían ser infinitos, se esfumaba en cuestión de minutos y comenzaba a preocuparse por las consecuencias que nuestras aventuras podrían traernos.
—No lo hará si no se entera de nada —afirmé, concentrada en adueñarme de todas las algas acuáticas que podría encontrar en el lago.
—¿Cómo esperas que no se entere? —preguntó, exaltada—. Hemos estado fuera de Polis todo el día, no falta demasiado para que se de cuenta de que no estamos en los entrenamientos.
Bufé y rodé los ojos. De cierta manera entendía su preocupación, pero ambas sabíamos que yo, en lo personal, no estaba de acuerdo con que se exigiera demasiado en seguir las reglas viviendo en un lugar tan peligroso como en el que nos encontrábamos y teníamos los días contados.
—Entrenamientos, entrenamientos —repetí, a modo de burla—; tú y yo somos las mejores, no necesitamos perder el tiempo haciendo esas cosas.
Ella tragó saliva: —Arnav también es bastante bueno.
Arnav kom Floukru también era un sangre nocturna y un año mayor que Chantria y, por ende, tan solo un par de años mayor que yo. Era evidente la razón por la cual mi mejor amiga trataba de estar cerca de él todo el tiempo, pero la realidad era que yo no era demasiado afecta a él. Para mí era sencillo ver sus defectos: demasiado engreído, prepotente ante la gente que lo rodeaba —incluyendo a Lexa— y apático cuando se le bajaba de su nube, mas estaba claro que a Chantria le era difícil darse cuenta de todo aquello. Simplemente no lograba agradarme a pesar de todo el tiempo que nos veíamos obligados a pasar juntos.
Detuve lo que estaba haciendo y la miré, tratando de reprimir una carcajada. Chantria se percató de mis intenciones y no tardó demasiado en dirigirme una mirada de arrepentimiento al tiempo en que el rubor comenzaba a colorear sus mejillas, tratando de ocultarse detrás de su mano.
Era su mejor amiga y ambas dábamos por seguro el hecho de que yo la conocía mucho mejor de lo que ella podría conocerse a sí misma.
—Eres tan tierna cuando te pones nerviosa, de verdad —le dije, con mi sonrisa siendo incapaz de contenerse—. Lo único que tienes que hacer es hablar con él, no puede ser tan difícil.
—No sé de qué me hablas.
—Por favor —solté, defendiendo mis palabras anteriores—, me doy cuenta de la forma en la que lo miras y cómo tartamudeas cuando hablas con él. No soy tonta.
—Eres lo suficientemente tonta como para arriesgarte a salir sin el permiso de Lexa.
Una vez que escuché sus palabras metí todas las algas que había recolectado en una pequeña bolsa que colgaba de mi cinturón de mala gana, casi con furia, no necesariamente por lo que me hubiera dicho, sino que comenzaba a estresarme la idea de que nunca cambiaría su actitud con respecto a las reglas que le habían impuesto desde que tenía uso de razón.
—Escucha, Chantria, sé que lo peor que podría pasar entre ustedes dos es que tengan que tengan que desmembrarse en el Cónclave, pero mientras no pierdes nada por tomar aquel riesgo —hice una pausa, mirándola y tratando de sonar más calmada con lo que quería decir a continuación—. Yo sólo... sólo quiero que no te arrepientas de haber vivido lo suficiente cuando llegue el momento.

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MY BLOOD | jasper jordan
Fanfiction❝when everyone you thought you knew deserts your fight, i'll go with you❞ Emlyn y Jasper buscan ser el soporte del otro en un lugar tan aterrador como la Tierra aún cuando todo parece estar en su contra. ━𝐅ui víctima del lado rudo que tienes pero...