14 - El mosaico se enriquece

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Sanem

Esa canción, NUESTRA canción, cuántas veces la habíamos bailado estrechamente en los brazos del otro, los corazones cerca y las almas entrelazadas.

Durante unos instantes pierdo todo contacto con la realidad y me veo catapultado a una dimensión en la que fluyen por mi mente, como en una maravillosa película, muchas imágenes de momentos mágicos e inolvidables, llenos de una intensidad que siempre me ha impactado profundamente.

Veo nuestros tímidos comienzos, nuestras escaramuzas, nuestros primeros besos, nuestras primeras miradas furtivas...

Sacudo la cabeza para volver a la realidad, Can me observa con curiosidad, intento volver a la realidad.

- Perdóname, ven a sentarte, vamos a comer -

Me siento bajando la mirada para recuperar el control de mí misma, respiro profundamente y me vuelvo a levantar intentando sonreír cambiando de tema.

-Espero que te guste lo que he preparado -.

- Hey Sanem, ¿estás bien? ¿Qué ha pasado? ¿Fue la canción?

Evito su mirada, no quiero parecer patética - Sí, quiero decir que está llena de recuerdos para mí, la hemos escuchado y bailado tantas veces y por un momento me he transportado a otro lugar, lo siento -

- Dime dónde has estado. ¿Qué has visto en ese otro lugar? -

Le miro con seriedad, no sé hasta qué punto puede aceptar lo que le quiero decir, al final decido que sólo puedo ser sincera.

- Hemos vivido dos años intensos juntos Can, ha habido momentos realmente maravillosos entre nosotros, diría que inolvidables, pero lo evito porque podría parecer un poco fuera de lugar ¿no? - Ambos sonreímos - Hemos compartido mucho, hemos cambiado y ambos hemos crecido en esta relación.

No es muy exacto hablar de dos años, lo que aún no sabes es que en algún momento se interpusieron entre nosotros algunas personas y situaciones complicadas y, bueno, te fuiste un año entero Can. Has navegado en solitario por medio mundo, has vuelto hace poco más de cuatro meses, si contamos este mes que estuviste en el hospital.

Ambos pasamos por momentos terribles durante este tiempo de ausencia, ninguno de los dos lo vivió bien, al contrario, pero al final volviste. No fue fácil al principio, pero no podíamos alejarnos el uno del otro, lo que seguíamos sintiendo era demasiado fuerte e intenso y finalmente volvimos a estar juntos.
El pasado diciembre me pediste que me casara contigo y la ceremonia debía celebrarse el 20 de febrero, pero como sabes... - Me encojo de hombros intentando no mostrar toda la tristeza que siento al pensar en la boda que estábamos preparando, por un momento pienso que tal vez debería contarle lo de la celebrada en el hospital, que en realidad somos marido y mujer pero... no quiero que se sienta obligado por un vínculo legal a estar conmigo, quiero que elija hacerlo porque él querrá hacerlo. Ya habrá tiempo de hablar con él cuando recupere la memoria, espero.

Le miro, escudriñando su cara en busca de una reacción, veo una expresión seria, no sé cómo actuar, tengo miedo de parecer inapropiada, pero al final decido que quiero ayudarle como sea, aunque me mate.

- Puedes escucharme, entiendo que para ti soy un extraño que solo conoces desde hace unos días, pero para mí eres la persona más querida de este mundo, no tengas miedo de herirme, habla abiertamente de lo que sientes, tal vez pueda ayudarte a poner en orden tus confusos sentimientos, pregúntame lo que quieras, estoy aquí para ti y siempre estaré aquí para ti, que lo sepas -

- El problema es que yo tampoco sé cómo me siento, estoy confundido, siempre he sido un inconformista, he viajado por el mundo sin ataduras a nada ni a nadie, ya me parece extraño que haya recalado en Estambul de forma permanente y me haya convertido en socio de Fikri Harika, ¿cómo ha ocurrido esto? -

- Esto tiene que ver con el año que no estuviste aquí, tu padre estaba fuera de Turquía y Emre no pudo dirigir la agencia por sí mismo y finalmente tuvo que cerrarla.

Le veo hacer una mueca de dolor - ¿Qué? ¿Fikri Harika ha quebrado? ¿Por mí? -

- No Can, no pienses así, digamos que estaba destinado a ser, no te culpes, tu padre te explicará mejor lo que pasó, yo no estaba en la agencia en ese momento -

- ¿Por qué? ¿Dónde estabas? Sabía que trabajabas allí, trabajamos juntos en Fikri Harika ¿por qué no estabas allí? ¿Lo dejaste después de que me fuera?

Agacho la cabeza, no quiero hablar de mi hospitalización y de lo mal que estuve, no quiero su lástima y mucho menos su culpa.

- Sí, tuve que alejarme de la agencia y de mi vida anterior, me vine a vivir aquí y durante este tiempo hice otra cosa.

Me levanto para llegar a la librería, cojo un ejemplar de mi libro y se lo doy.

- Aquí está para ti, es mi libro o más bien NUESTRO libro en realidad.

Aquí está toda nuestra historia de amor Can, tú eres mi albatros y yo, como un ave fénix, tuve que renacer de las cenizas de un amor destruido por las llamas de la incomprensión y el abandono.

Léelo, te ayudará a entender muchas cosas de la época anterior a tu partida, de lo que hiciste y viviste en el año de la distancia sólo Can sabe lo que pasó y lo que sintió, no tuvo contacto con nadie así que nadie te lo puede decir.

Sin embargo, tenía un compañero de viaje: el pañuelo que te di.

Descubrí cuando volviste que nunca lo dejaste, siempre lo mantuviste contigo como algo muy preciado -

Me mira asombrado, veo que mete la mano en el bolsillo delantero de sus vaqueros y saca esa misma bandana, me impresiona que haya decidido llevársela, puede ser una buena señal, quizás a nivel subconsciente esté realizando acciones que antes estaba acostumbrado a hacer.

Sonrío y me llevo las manos al cuello - Verás, una de las cosas que nos hizo darnos cuenta de que ninguno de los dos se había olvidado del otro fue descubrir que tú habías llevado mi pañuelo todo el tiempo y yo había llevado algo que te había pertenecido cerca de mi corazón todo el tiempo -

Doy la vuelta a la mesa y me acerco a él, tiro de la larga cadena que guarda nuestro anillo de compromiso oculto bajo la ropa y se la enseño, él la mira con curiosidad - ¿Te recuerda a algo? - Me mira a los ojos, vuelve a mirar el anillo y luego sacude la cabeza - Si te fijas bien, la piedra engastada en este anillo no es una piedra preciosa, pero para mí siempre ha sido la joya más bonita. Te llegó esta piedra de tu luna blanca que se cayó y se rompió, lo interpretaste como una señal, dijiste que tenías que dármela porque yo era la parte brillante de tu luna, la parte brillante de tu vida. Con este anillo me pediste que me casara contigo no una sino dos veces, ¿sabes? -

Sigue mirándome absorto, vuelvo a mi asiento y extiendo al otro lado de la mesa mi mano con el anillo de compromiso -Esta piedra tampoco es preciosa, pero es para nosotros, me regalaste un colgante con esta piedra de ámbar por mi cumpleaños, te lo regaló una mujer en uno de tus viajes-.

Asiente con la cabeza y me interrumpe - Por supuesto, lo recuerdo, me dijo que siempre me llevaría a mi amada allá donde estuviera -

Sonrío - Exactamente, por eso querías utilizarlo para este nuevo anillo de compromiso, porque siempre lo he tenido conmigo y al final te ha permitido reencontrarme, te ha permitido encontrar a tu amada -

¿Crees que aún puede obrar el milagro? -

Siempre y para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora