Siempre y para siempre

7 - Una nueva reunión

Sanem

- Disculpe, pero ¿quién es usted?

No, esto no puede ser cierto, no puedo creer que algo así esté sucediendo, sacudo la cabeza con incredulidad, bajo la mirada a mi mano sosteniendo la suya y con el corazón destrozado la suelto, me parece inapropiado forzarlo a un gesto tan íntimo con alguien que está viendo este momento con una mirada completamente ajena.

- Can, soy Sanem, tu Sanem, ¿no te acuerdas de mí? -

Sacude la cabeza, obviamente confundido, y está a punto de decir algo cuando se oye abrir la puerta y su médico entra en la habitación.

- Günaydın, buenos días Can, bienvenido de nuevo a nosotros, ¿cómo te sientes? -

Mira al doctor y me mira negando con la cabeza.

- ¿Qué está pasando? - El médico, que a estas alturas ya me conoce, me mira con desconcierto.

- No se acuerda de mí doctor, no sabe quién soy -respondo con lágrimas en los ojos y el corazón se me vuelve a apretar en un vicio de desesperación.

Lo mira pensativo - Tengo que examinar al paciente a fondo, ¿puede dejarnos solos por favor señorita Sanem? -

Asiento con la cabeza y, después de lanzarle una última mirada sincera, cojo mi bolso y salgo de la habitación. En el pasillo, no puedo evitar sentarme en un pequeño sillón y llevarme las manos a los ojos para tapar un llanto liberador que definitivamente necesito. Después del accidente, en esos primeros y terribles momentos en los que perdió el conocimiento y se le paró el corazón, no lloré más. Intenté frenar la angustia con una buena dosis de esperanza, tuve que tratar de ser optimista, decirme que sólo había que esperar, que con el tiempo se curaría y volveríamos a vivir nuestra vida juntos.

Ahora todo vuelve a ser tan duro, siento que tengo que empezar de nuevo, después de este mes de angustia torturadora siento que no tengo fuerzas para afrontar también este calvario. Necesito llorar ahora mismo para desatar el nudo que oprime mi corazón, lo necesito para liberar la terrible tensión acumulada en todo este tiempo sin saber lo que nos esperaba.
Nunca hubiera pensado que esto me esperaba, no puedo creer que me haya olvidado.

No puedo decir cuánto tiempo permanecí en ese pasillo perdido en un mar de autocompasión y llanto desesperado, el toque de una mano en mi rodilla me devuelve de repente a la realidad. Retiro las manos frente a mis ojos e intento secarlas con los dedos, veo frente a mí el rostro amable de Ayfer, la enfermera que ha cuidado de Can desde los primeros momentos y con la que he establecido una relación de sincera amistad durante este mes.

- ¿Qué pasa Sanem? Me han dicho que el médico está en Can que se ha despertado, ¿por qué lloras? -
- Ayfer no se acuerda de mí, no sabe quién soy, ¿sabes? ¡No puedo aceptarlo, no puedo, no puedo! -

- Sakin ol, tómatelo con calma Sanem, puede pasar en estos casos pero puede ser algo totalmente pasajero, no desesperes así, puede que pronto se resuelva tranquilamente. Ahora sécate los ojos, o mejor aún, ve al baño y refréscate la cara, no querrás conocer al nuevo Mr. Divit con los ojos hinchados y rojos por primera vez ¿verdad? Haidy, vamos, apúrate. El doctor saldrá en un minuto.

Tiene razón, no debo ser tan pesimista, corro al baño a enjuagarme la cara y vuelvo directamente a la puerta de Can para esperar a hablar con el médico, sólo fue un momento de desánimo, debo pensar que todo saldrá bien.

Mientras espero llamo a Emre para darle la noticia, le oigo gritar de alegría al saber que Can se ha despertado, me asegura que se lo dirá a sus padres y que se reunirán conmigo lo antes posible.

Me vuelvo a sentar en el pequeño sillón del pasillo y apoyo la cabeza en la pared, estoy agotada, eso es lo que me ha llevado a una reacción tan emocional, Ayfer tiene razón tengo que mantener la calma y pensar en lo mejor.

La puerta de la habitación de Can que se abre me devuelve a la realidad, me levanto apresuradamente - ¿Doctor? -
-Señorita Sanem todos sus parámetros vitales están en orden, a nivel neurológico y motor no encuentro ningún tipo de problema, lo único a destacar parece ser una amnesia retrógrada temporal, es decir el señor Divit no recuerda lo que pasó en su vida antes del accidente, por lo que he podido comprobar esta amnesia se refiere precisamente a dos años. Está convencido de que es en marzo de 2019 -

Hago un gesto de dolor y doy un paso atrás, como si me hubiera afectado físicamente esta tremenda noticia, nos conocimos en el mismísimo marzo de 2019 durante aquel fantástico y romántico encuentro, en la oscuridad de aquella logia en el 40 aniversario de Fikri Harika.

Me recompongo y trato de entender - ¿Pero cuánto puede durar esta amnesia doctor? ¿Qué posibilidades hay de que vuelva a recordar estos dos años olvidados?

-Bak, mire señorita Sanem la recuperación de la memoria puede ser total, parcial o nula, solo el tiempo dirá cual de estas habrá para el señor Divit, lo siento no es posible predecir, ahora me tengo que ir espero que todo salga bien, görüşürüz adiós -

Me quedo allí unos minutos intentando respirar profundamente, las lágrimas amenazan con volver a aparecer pero tengo que detenerlas, tengo que contenerme e intentar hacer lo posible por ayudarle a recordar. Suspiro profundamente, cuadro los hombros levantando la barbilla para ganar confianza y valor y luego entro en la habitación.

Me acerco a su cama, tiene los ojos cerrados de nuevo, un brazo cruzado con la mano apoyada en la frente, debe haberme oído entrar porque abre los ojos y me mira con curiosidad, inseguro de lo que va a pasar.

Le tiendo la mano intentando mostrar la mejor de mis sonrisas.

- Encantado de conocerte Can Divit, soy Sanem Aydin y si quieres, te diré quién he sido para ti y tú para mí en el transcurso de los dos años que aparentemente no recuerdas ahora -