Can
- Escucha Can, tu repentina partida fue como un tsunami en la vida de muchas personas. Sanem inmediatamente no pudo encontrar la fuerza para aceptar que la hubieras dejado así, con un simple hoşçakal, adiós. Me enviaste un mensaje en el que me advertías que te ibas a ir pidiéndome que cuidara de Sanem y traté de hacerlo, pero no fue fácil.
Sanem se encerró en un mundo propio, inalcanzable, no habló, no comió, se quedó inmóvil en su cama mirando al espacio, estuvo así durante días, su familia estaba muy preocupada. Layla, yo, incluso los chicos de la agencia intentaron hablar con ella y hacerla entrar en razón, pero todo fue en vano. No durmió ni comió durante días y en un momento dado se desplomó, fue llevada al hospital en ambulancia y desde allí los médicos consideraron que debía ser ingresada en un centro especializado donde tuvieron que utilizar la alimentación forzada y luego la psicoterapia para ayudarla a recuperar la cordura.
Permaneció en la clínica casi cinco meses, yo pagué las costosas facturas médicas que sus padres no podían pagar. Nihat, su padre, es una persona muy orgullosa y quiso devolverme el dinero poco a poco, según sus posibilidades, y luego, cuando ella estuvo mejor y publicó su libro, la propia Sanem me devolvió la cantidad completa.
Can, esa chica pasó un infierno por ti, no era capaz de vivir sin ti, estaba luchando por volver a la normalidad cuando volviste y aceptó darte una oportunidad de nuevo. Le resultaba difícil volver a darle confianza, reabrirse a la esperanza de un amor que nunca desapareció pero que ella creía perdido para siempre. Hiciste todo lo que pudiste para recuperarla, le prometiste solemnemente a ella y a nosotros que nunca más la harías sufrir y finalmente le pediste matrimonio, parecía que tu final feliz había llegado.
Lo que te pasó no es fácil para ella Can, si la dejas de nuevo no sé cómo reaccionará pero también entiendo que no puedes forzarte a amar, entiendo tu miedo, pero piensa bien lo que pretendes hacer -
Sacudo la cabeza con incredulidad ante las palabras de mi hermano que son casi imposibles de aceptar, no puedo creer que le haya hecho esto, no puedo creer que casi la haya matado de dolor.
Me levanto, le susurro a Emre -lo siento, tengo que irme- y salgo de su despacho y luego de la agencia. Conduzco hasta el paseo marítimo, aparco el coche y me dirijo a las rocas como si estuviera en trance, sin ser consciente de lo que hago y a dónde voy. Me encuentro sentado en una roca plana y cuadrada justo delante de la Torre de Leandro , tengo una sensación extraña, como si fuera un lugar extremadamente familiar, si le preguntara a Sanem estoy seguro de que me diría que he estado allí muchas veces, seguramente hemos estado juntos.
Sanem, oh Dios mío, ¿qué he hecho y qué le estoy haciendo a esta chica? ¿Por qué no me contó lo que experimentó cuando me fui? Está claro que no quería mi compasión, yo habría hecho lo mismo si hubiera estado en su lugar.
Ahora comprendo que la fragilidad que había percibido repetidamente en ella era real, cuando me oyó decir que cogería un coche por si acaso decidía quedarme, sólo ahora me doy cuenta de que debí desgarrarle el alma.
¿Qué sentí una vez que me enteré de lo que le había pasado? ¿Es esa culpa la que ahora me impide recordar esa época? ¿Realmente he sufrido tanto como para no querer recordar?
La situación, si cabe, parece aún más confusa y asfixiante, mi culpa más acuciante y esto sólo me hace pensar en una solución: escapar.
Siempre he hecho lo mismo, siempre he huido de los problemas tal y como había hecho mi madre ante la imposibilidad de afrontar las complicaciones de su matrimonio. Probablemente aprendí de ella a dejar atrás las dificultades y a huir, me doy cuenta de repente, nunca había pensado en esto.
Después de horas de estar inmóvil en esa roca llego a entender realmente por qué acepté esta oferta de trabajo, es porque tengo miedo.
Estoy seguro de que no soy lo que ella necesita, no soy su Can, es esta constatación la que me hizo tomar la decisión de irme.
Me desgarra pensar en el dolor que le estoy causando, pero sé que no sé amar, ni como ella me ama ni como merece ser amada.Esta maldita amnesia me lo impide, no creo que pueda amarla como ella desea, los sentimientos que evidentemente había llegado a sentir se han ido junto con mis recuerdos, parece imposible haber podido sentirlos de verdad, esto es lo que me ha hecho tomar la decisión de irme.
Me encontraste ahogado en la oscuridad esperando que dejara de llover.
Me esforcé por encender este corazón ardiente.
Pero no se puede encender un fuego sin una chispa.
Todo lo que das lo quiero, pero siempre tomo demasiado.
Todo lo que necesitas no lo soy, porque siempre estaré sin amor.
Siento no poder dar lo suficiente
Estas cicatrices sólo me dejan entumecido
Estoy pagando por mi error
He regalado todos mis sentimientos
Cada vez que me abrazas
Siento que estás tratando de salvar un alma rota
Me gustaría que hubiera más que decir Pero he regalado todos mis sentimientos
No reces por mí, porque voy a caer
Tengo miedo de romper tu corazón otra vez
Estoy cansado de luchar contra mis demonios desde dentro
Es una guerra que quizás nunca gane
......
Vete antes de que te haga daño
Es hora de salir antes de que me queme
No tengo nada para ti
Estoy tratando de advertirte por qué el tiempo sólo empeora las cosas.
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Siempre y para siempre
FanfictionSe han vuelto a encontrar a pesar de un año de separación, ¿es posible que ahora Can no encuentre a Sanem en su corazón? ¿Cómo puede aceptar Sanem que el amor de su vida, que le pidió justo antes de convertirse en su esposa, la mire como si fuera u...