84 - Los momentos más bellos

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Can y Sanem

¿Nos preguntas cuáles han sido los mejores momentos de nuestra vida juntos?

Can

Mi vida con Sanem ha sido maravillosa, no puedo decir cuáles son los mejores momentos que he tenido con ella, ha sido capaz de aportar luz en cada uno de los días de los muchos años que hemos vivido felizmente juntos.

Vivimos hermosos momentos con nuestra pequeña Kiraz y luego con sus hermanos gemelos, Barış y Hasan, que llegaron dos años después de ella.
Al principio fue agotador con tres niños pequeños, pero la alegría que nos daba cada una de sus sonrisas desdentadas, cada manita que buscaba nuestra mano necesitada de consuelo y seguridad, cada beso pegajoso, nos compensaba mil veces todo.

La alegría y, a veces, la locura que reinaba en nuestro alborotado hogar me calentó el corazón de una manera que no creía posible, encontré el calor y el amor de la familia con ella que nunca había experimentado.
Verla en el salón bailando desenfrenadamente con nuestros tres hijos, que saltaban alegremente con ella, me introdujo en una dimensión del amor que nunca había experimentado, la de "basta con estar juntos para ser feliz".
Las mañanas de los domingos todos juntos participando en guerras de almohadas en la cama grande, las competiciones en el jardín para ver quién hace la mejor voltereta o en la piscina para ver quién se mantiene más tiempo bajo el agua, ¿qué puedo decir?
Sanem fue un niño junto a ellos y me llevó a ser un niño de nuevo, me sentí libre y ligero cada momento vivido con mis hijos y con ella.
Cada viaje al mar, cada salida en barco, cada picnic en el parque han sido momentos maravillosos que hemos inmortalizado en película fotográfica pero que también hemos aprendido a guardar celosamente en el cajón de los recuerdos más bonitos.

Nuestra relación de amor nunca ha perdido intensidad, hemos seguido y seguimos queriéndonos incluso ahora que nuestros hijos han crecido, a veces se burlan de nosotros cuando nos ven intercambiar ternura, nos ponen los ojos en blanco diciendo que ...

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Nuestra relación de amor nunca ha perdido intensidad, hemos seguido y seguimos queriéndonos incluso ahora que nuestros hijos han crecido, a veces se burlan de nosotros cuando nos ven intercambiar ternura, nos ponen los ojos en blanco diciendo que no se puede ser tan cursi después de tantos años de matrimonio.
Tienen razón, probablemente no es tan común lo que compartimos y hemos compartido siempre, no hay muchos que tengan la suerte de experimentar un sentimiento tan fuerte y persistente a pesar de la rutina diaria y el paso de los años.
Somos afortunados, soy afortunado por haber encontrado y conseguido al final no dejar escapar a la mujer de mi vida, la única que podía darme toda la alegría posible.
Espero que nuestros hijos tomen nuestra relación como ejemplo para construir la suya propia en el futuro, como hicimos nosotros con el Aydin de nuestros abuelos. Siempre he admirado a los padres de Sanem, que han creado una familia cariñosa y acogedora, y me prometí a mí misma que algún día crearía algo especial como esto, y ahora puedo decir que lo he conseguido.

Hemos viajado mucho en todos estos años, sobre todo desde que los hijos han tomado caminos distintos yendo a estudiar o a trabajar al extranjero.
Sanem ha seguido escribiendo y todos sus libros han tenido mucho éxito, la he seguido allá donde la ha llevado su trabajo porque me doy cuenta de que no puedo estar sin ella ni un momento.
Desde aquellos primeros días de convivencia en San Diego prácticamente no nos hemos separado, no hemos dormido una noche sin estar juntos y creo que ahora soy incapaz de dormir sin tenerla en mis brazos.
Sanem de la misma manera me seguía en cada rincón del mundo al que me llevaba mi trabajo como freelance, que decidí retomar desde que el último hijo voló del nido.
Fue maravilloso presenciar y contagiarse del entusiasmo de mi Sanem por cada matiz de color de este maravilloso mundo que ahora estamos descubriendo juntos, ella siempre ha querido viajar mi erkenci kus y su albatros ha cumplido su promesa de hacerla feliz, se la llevó consigo en cada viaje sin dejarla ir nunca, porque estamos hechos para estar juntos, siempre y para siempre.

Sanem

Soy escritora y sin embargo no encuentro las palabras adecuadas para describir cómo ha sido mi vida con Can, ese hombre tantas veces perdido y luego encontrado me dio todo de sí en estos largos años juntos.
¿Prometió un día, hace mucho tiempo, que dedicaría el resto de su vida a encontrar la manera de hacerme feliz?
Bueno, qué puedo decir, seguro que lo hizo.
Me dio tres hijos maravillosos que criamos en una casa llena de confusión tanto como de alegría, volvió de niño conmigo para acompañar a nuestros hijos en su crecimiento, jugó con ellos en el suelo durante años, sopló sobre las rodillas desolladas, enjugó las lágrimas del capricho y luego las de los primeros amores no correspondidos.
Fue un padre y un marido maravilloso, siempre presente y atento a todos, nuestra roca y nuestro punto fijo en la vida que, como la de cualquiera, estaba llena de pequeñas o grandes dificultades diarias, pero que supimos afrontar juntos siempre codo con codo.

Nunca me ha dejado, nunca, no me ha dejado a mí y a nuestros hijos ni un solo día y sólo ahora que los niños han tomado caminos distintos ha empezado a aceptar de nuevo trabajos en el extranjero sólo si está seguro de que puedo ir con él y acompañarle, como ha hecho conmigo a lo largo de los años en los distintos compromisos de promoción de mis libros.
Estoy descubriendo el mundo con él, me ha llevado a conocer todos los continentes, desde Sudamérica hasta Australia, desde Sri Lanka hasta la India, desde Sudáfrica hasta Noruega.
Estamos viviendo una segunda vida, seguimos enamorados y felices de estar juntos después de todos estos años, nos hemos enfrentado a muchas cosas y hemos superado todo para finalmente tener nuestro para siempre juntos.

Can y Sanem

Esta ha sido nuestra vida, una persecución, perdiendo y encontrando al otro para no dejarlo ir nunca más, para vivir la más bella historia de amor.

¿Quieres saber cuáles fueron los mejores momentos?

No podemos decir cuáles fueron porque cada momento juntos fue magia y encanto, emociones únicas, pasión y ternura sin fin.

No podemos decirlo, cada momento que hemos pasado juntos en todos estos años ha sido intenso y ha contribuido a hacer crecer aún más nuestro ilimitado amor.
Desde aquel primer beso robado en la oscuridad de un teatro ha habido momentos en los que ha bastado con tocarnos y mirarnos a los ojos para quedarnos sin aliento y perdidos el uno en el otro, ocurrió al principio y ha seguido ocurriendo muchos años después porque entre nosotros fue y será siempre así, juntos estamos destinados a emociones únicas y especiales.

Cada abrazo cálido, cada baile romántico, cada caricia, cada beso, cada abrazo apasionado han sido momentos de una vida cotidiana que ha hecho de nuestra vida una sucesión de momentos especiales e inolvidables.

Incluso las dificultades que tuvimos que afrontar en los primeros años contribuyeron de alguna manera a que nuestro sentimiento fuera aún más tenaz y decidido en querer al otro a cualquier precio, incluso aquellas han servido para apreciar aún más la inmensa felicidad de tener finalmente al otro al lado todos los días de su vida.

Estuvimos juntos toda la vida como habíamos prometido estar en una fría noche de diciembre, observando la constelación de Orión a través de un telescopio, sabiendo que era el comienzo de nuestro PARA SIEMPRE, sabiendo que nunca nos dejaríamos, que envejeceríamos juntos en lo bueno y en lo malo.
Vino lo bueno y también lo malo con ese terrible accidente, pero al final pudimos superarlo todo porque ese fue siempre el único destino que nos esperaba, estábamos hechos el uno para el otro, estábamos destinados a estar juntos... siempre y para siempre.

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Can recordó y encontró a su Sanem en su corazón, tuvieron su final feliz y esta historia también llegó a su fin. Quería imaginar cuáles eran los pensamientos profundos de un Can que no tenía ni idea de quién era aquella hermosa chica que le miraba con esperanza y los de un Sanem que no podía aceptar ser un extraño para su albatros. Espero que hayas disfrutado de mi historia y que hayas ayudado a rellenar una parte de la serie que quizás no haya recibido su merecido.
Gracias a todos los que han dejado comentarios delirantes al final de cada capítulo, habéis sido maravillosos, me habéis emocionado mucho con vuestras palabras, gracias y de corazón a todos 💗

Siempre y para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora