62 - Tiempo

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Sanem

"Bienvenido a California y a nuestra nueva vida juntos Sanem"

Su abrazo y esas palabras susurradas con voz áspera me produjeron un escalofrío y me cortaron la respiración.

Me quedo quieta durante unos instantes sin poder moverme ni pensar por la maravilla de las sensaciones que su cercanía y sus palabras me hacen sentir, pero pronto la realidad de la situación vuelve a romper el hechizo.

Me separo y me pongo a una distancia segura de su calor y su tacto hechizante, sólo para decirle exactamente lo que siento, que no soporto verlo con otras mujeres y que con el divorcio puede hacer lo que quiera con quien le parezca. Se me rompe el corazón con cada palabra pero es lo que tengo que hacer, me había dado cuenta de esto desde el principio, tengo que dejarlo ir aunque él crea que se siente de alguna manera obligado por este matrimonio del que no sabía nada y no quería.

Me vuelvo para mirar el océano apoyando las manos en la balaustrada y tratando de respirar profundamente para no llorar, tengo que hacerme ver fuerte y decidida.

De repente siento que me agarra, me hace girar y me aprisiona con sus brazos cuando apoya sus manos en la balaustrada a mis lados, estoy atrapada, no puedo moverme y lo único que puedo hacer es mirar sus profundos ojos color avellana que ahora mismo me miran seriamente y.... No puedo dar una definición a la calidez que leo reflejada en ellos, me da miedo.

- Sanem, me dijiste que personas malintencionadas y muchos malentendidos habían provocado nuestro distanciamiento durante un año, si no te hubiera seguido hasta aquí hoy podría haber ocurrido lo mismo, tal vez esta vez hubiéramos permanecido separados para siempre por las maniobras de quienes querían dividirnos y nuestra incapacidad para comunicarnos.

Empecemos por el principio: Ayfer.
¿Por qué abandonaste la sala de reuniones cuando la oíste invitarme a cenar? Si te hubieras quedado te habrías enterado de que rechacé educada y firmemente su propuesta de salir a cenar juntos diciéndole que, si quería hablar de trabajo, podía quedar fácilmente con nuestra asistente...

Abro los ojos de par en par con sorpresa - Pero entonces, la siguiente noche.... -

-La noche siguiente fui a cenar con Kemal, mi amigo reportero, él fue quien me propuso ir a Venezuela en su lugar, pues ya se había comprometido a hacer un reportaje en África.

Estoy en apuros, no sé qué decir, abro y cierro la boca varias veces sin poder formular una respuesta, continúa.

- Me arrepentí casi inmediatamente de haber aceptado ese trabajo Sanem, porque me di cuenta de que estaba huyendo de los sentimientos que empezaba a descubrir por ti y eso me asustó mucho, nunca antes había sentido algo parecido por una mujer.

Y ahora el segundo punto: Polen.

El compromiso implicaba que primero fuera a reunirme con el editor en Londres para hacer los arreglos y sólo entonces partir hacia Caracas, por eso fui allí, no para ir a buscar a Polen.

Una vez más permitimos que otras personas crearan malentendidos entre nosotros, mi madre avisó a Polen de que me iba a Londres y me pidió que me reuniera con ella, accedí porque siempre la consideré una querida amiga, pero al parecer había malinterpretado su carácter.
Me di cuenta de que es espantosamente parecida a mi madre y que se estaba aprovechando vergonzosamente de mi pérdida de memoria para hacerme creer que seguíamos siendo cercanas de alguna manera, cuando en realidad, desde que te conocí, no ha habido espacio para nadie más en mi mente y mi corazón.
Tengo el recuerdo de una conversación con Polen en la que le dije precisamente eso, que ya no había nada y que nunca podría haber nada entre nosotros, que quería a otra persona, que te quería a ti...

Sacudo la cabeza intentando despejarme, sus palabras han trastocado por completo todas mis convicciones, había sufrido enormemente al pensar que le conocía con otras mujeres, al pensar que había vuelto a Polen después de todo lo que habíamos sido el uno para el otro desde que nos conocimos.
El problema sin embargo sigue siendo otro, ¿cuánto conozco a este Can?
¿Cuánto me conoce ahora? ¿Cuánto de ese sentimiento excepcional y profundo puedo esperar que recuerde o recupere? ¿Soy capaz de aceptar que pueda ser siquiera una sombra lejana de lo que fue?

Suspiro - Escucha Can, estas revelaciones tuyas tengo que decir que me han desestabilizado, tengo que admitir que no me ha sido fácil en estos meses pensar en ti con otras mujeres después de habernos prometido amor y devoción para todos los días venideros.
El hecho es que no me conoces, no sabes quién soy, no has vivido conmigo tantos momentos, tantas sensaciones que han fortalecido y amplificado nuestro amor a lo largo del tiempo.
No te conozco, no sé quién es el nuevo Can y, sobre todo, no sé lo que realmente siente por mí...

- Sanem... -

-No, por favor, déjame terminar.

Ahora no me siento del todo cómodo contigo, no sé cómo actuar, no sé qué piensas, qué sientes, no sé cómo me ves y cómo nos ves juntos.

No sé qué esperar del futuro, eres el hombre que amo con todo mi ser pero al mismo tiempo ya no lo eres. Has venido hasta aquí conmigo, me dices que quieres que empecemos a vivir nuestra vida juntos, pero ¿cómo puedo volver a abrirte mi corazón por completo con la duda de que un día decidas que tu amor no es suficiente para mantenerte cerca de mí? No sé si podría sobrevivir a un rechazo tuyo esta vez.

Te pido esta lata, te pido tiempo para volver a conocernos, para acostumbrarnos el uno al otro, a la vida en común, a la idea de intentar que nuestra relación funcione, y tal vez incluso ese matrimonio que no recuerdas y que tal vez al final te afecta, te hace sentirte obligado a intentarlo a la fuerza.

Te pido que me des tiempo para encontrar el valor de volver a creer que puede haber un futuro juntos Puede -

Me mira con ojos brillantes, leo una ternura y un sentimiento que parece que conozco pero que me da miedo aceptar, quita sus manos de la barandilla y las lleva a mi cara, sus pulgares acarician suavemente mis mejillas sin dejar de mirarme profundamente.

Entonces una mano se dirige al bolsillo de su pantalón del que saca mi pañuelo, su pañuelo. La otra mano de mi mejilla baja en una lenta caricia por mi cuello para agarrar la cadena que nunca me quito, tira de ella hasta llegar a revelar lo que se esconde bajo mi vestido, ya no sólo el anillo de piedra lunar, ahora también está nuestro anillo de compromiso con el fragmento de la piedra de ámbar que me regaló hace tanto tiempo.

- Muy bien Sanem, no puedo evitar aceptar tus condiciones, nos tomaremos el tiempo que sea necesario para conocernos y volver a confiar en el amor del otro, no tengo prisa, tenemos toda la vida para estar juntos estoy seguro.

Lo sé porque estoy segura de que la piedra de ámbar ha cumplido su cometido, me ha llevado a mi amada, me ha llevado a quien es la parte brillante de mi luna, la parte brillante de mi vida -


Siempre y para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora