Siempre y para siempre

54 - Tuyo para siempre

Sanem

"No te voy a dejar más Sanem, he decidido que eres mi vida, para siempre esta vez te lo prometo".

No me puedo creer que vaya en serio, el mundo y Sanem siempre han girado en torno a Can Divit no me puedo creer que pueda pasar lo contrario.

Una atroz sospecha se ha ido gestando en mí desde que lo vi aparecer entre el público en la biblioteca, sí debe ser así.

- Escucha Can, no quiero que te sientas obligada a decir o hacer nada a causa de este matrimonio.
Es algo que no elegiste, no sabías nada de esto antes de que te enviara esa carta a través de Metin, no creo que sea justo que tomes decisiones a raíz de un sentido de responsabilidad con un compromiso que, seamos sinceros, el Can que se despertó en esa cama de hospital nunca hubiera soñado con hacer.
Te agradezco la oferta pero no creo que sea lo mejor para ti y yo tampoco, no deseo un marido que se quede conmigo por sentido del deber -

- Sanem estoy aquí porque quiero, porque te he echado de menos todos los días desde antes de que te fueras, cuando estabas en Sila y luego cuando te fuiste de allí para desaparecer en el aire. Te he echado de menos cada momento de estos tres meses, mucho antes de saber de esta boda sabía que eras esencial para mí Sanem -

Sacudo la cabeza, una vez más intenta hechizarme, sus palabras hacen que mi corazón lata enloquecido y al mismo tiempo me aterrorice, no, no puedo creerle más.

Me levanto de la mesa y salgo por las puertas francesas al jardín y de ahí a la playa. Está oscuro pero la luna llena ilumina mi camino, llego a la roca que desde que estoy aquí se ha convertido en mi más fiel amigo y confidente. Es lo suficientemente plana como para parecerse a la de Estambul que ha sido testigo de gran parte de nuestra historia y como para ayudarme a encontrar la paz y el consuelo frente a este mar tan diferente del Bósforo, siempre agitado como mi alma en este momento.

Me abrazo para reconfortarme y calentarme contra los fríos vientos que soplan del norte, me siento más perdido que nunca. Vine aquí a Plymouth ahora resignada a haberlo perdido para siempre, sólo tenía que ser capaz de aprender a vivir sin él, ahora me encuentro con una situación inesperada que literalmente me aterra.

Tengo miedo de ceder a la necesidad que siempre sentiré por él, tengo miedo de aceptar su oferta, de creer sus palabras y entonces vivir un amor a medias, un amor que no es el que vivíamos antes de aquel maldito accidente, vivir con la duda de que está conmigo por obligación o por culpa.

No puedo aceptarlo, me moriría un poco cada día....

Seré suya para siempre, no puedo mentir a mi corazón, pero no puedo conformarme, no es posible hacerlo después de experimentar el amor más verdadero e incondicional.

Oigo sus pasos acercándose, me pongo rígido sin saber qué esperar o qué decir.
Siento el calor de una manta que este maravilloso hombre al que amo con todo mi ser apoya suavemente sobre mis hombros. Ahora mismo no puedo mirar hacia él, me siento demasiado frágil para hacerlo.

Siento que se sienta a mi lado en silencio, no hablamos, nos quedamos así, cerca el uno del otro, ambos necesitando ordenar nuestros pensamientos y respirar profundamente en busca de respuestas.

Después de un tiempo interminable, habla.

- He echado de menos el mar, en estos tres meses he visto sobre todo montañas y bosques, pero también he tenido la oportunidad de ver las estrellas más brillantes que he admirado nunca y esas estrellas me han hablado mucho de ti Sanem. He visto imágenes que creo que son recuerdos de nosotros, abrazados en una hamaca, acostados juntos en un saco de dormir, sentados en un muelle, en silencio como esta noche mirando las estrellas. Poco a poco me voy poniendo al día, fotograma a fotograma nuestra historia juntos Sanem y me voy enamorando de ti un poco más cada vez -

Me vuelvo para mirarlo con toda la angustia de un corazón que no puede ser satisfecho.

- ¿Y qué ocurrirá si este enamoramiento suyo en algún momento no es suficiente para que se quede? No puedo Can, no quiero conformarme, lo tenía todo y ahora no puedo conformarme con nada.
No quiero a mi lado a alguien que sienta una obligación, que se sienta culpable o que se esfuerce por quererme...

Me levanto apresuradamente y vuelvo a casa, consciente de haber dejado un trozo de mi corazón en esa roca, mi aliento de vida.

Siempre ha sido así desde aquel beso robado en la oscuridad y lo seguirá siendo, puedo hacer cualquier cosa para negarlo pero mi corazón lo sabe, no puedo mentirle, sabe que aunque renuncie a él porque lo que puede ofrecerme no es suficiente, seré suya para siempre...