36 - El comienzo del viaje

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Sanem

Este día me devastó literalmente, fue una pesadilla interminable.

Despertarme sola en la cama de una habitación de hotel después de una noche de pasión no me hizo sentir precisamente tranquila, tengo que ser sincera conmigo misma, aunque lo deseaba mucho no imaginaba que nuestro interludio pudiera terminar así.

Sin embargo, lo que sucedió durante la mañana fue casi insoportable, enterarme de su inminente partida, de que había retrocedido dos años y restablecido relaciones con Polen, me destrozó.

No fue fácil mantener una apariencia de compostura durante este interminable día, pero era lo que tenía que hacer, si lo amo tengo que dejarlo ir, incluso de Polen si es lo que quiere.

Por fin estoy en mi habitación y puedo soltar las lágrimas que han estado presionando insistentemente detrás de mis párpados todo el día.
Me tumbo en la cama en posición fetal, me cubro con la colcha y dejo que la tristeza que he intentado reprimir durante todo el día se apodere de mí, la necesito o me arriesgo a sucumbir a la más negra desesperación como hice tras su marcha hace más de un año.

Me duermo después de horas y horas de llanto desesperado para despertarme en medio de la noche, mi alma se ha calmado de alguna manera, necesitaba este largo desahogo para poder empezar a pensar en lo que será de mi vida.

Esperaré a que Can se vaya antes de volver a Estambul, pero no quiero quedarme aquí, a estas alturas incluso este lugar está lleno de recuerdos de él, esta habitación no hace más que recordarme el increíble éxtasis que compartimos durante una noche inolvidable.

Una vez más tomo una decisión repentina, no puedo quedarme, tengo que irme.
Me levanto y hago la maleta a toda prisa, pido a la recepción que me llame un taxi mientras reservo mi billete para el primer tren disponible.

Una vez más, en pocas horas estoy en camino, con destino a Bursa.
A estas alturas no tiene sentido que siga trabajando en la agencia, daré mis acciones de Fikri Harika a Aziz o Emre si quieren, es bueno que empiece a dar un nuevo rumbo a mi vida.
Por ahora me concentraré en el lanzamiento del nuevo libro y luego en escribir más, ahora mismo lo que necesito es curar mis heridas y sé que la única que puede ayudarme a hacerlo es Ayhan, mi amiga de la infancia, la que me conoce más que nadie en este mundo.

Envío un mensaje a Deren tratando de explicarle la situación y luego apago el teléfono tratando de descansar un poco antes de llegar, me siento agotado en cuerpo y mente. Llego a Bursa muy temprano por la mañana, me detengo un buen rato en el bar de la estación esperando una hora decente para ir a verla, por suerte tengo su dirección porque un tiempo antes envié algunas cosas desde su casa. Llamo a la puerta a las 8.00 en punto, oigo un ruido de pasos en la distancia y luego su voz: ¡Aquí estoy! - Abre la puerta y se queda con la boca abierta, le sonrío con tristeza, no hacen falta palabras, ya lo ha entendido.

Ella abre sus brazos y yo no hago más que arrojarme en su reconfortante calor, empiezo a llorar de nuevo como creía que no podría hacerlo después de toda una noche en la que creía haber derramado todas las lágrimas del mundo.
Me encuentro no sé cómo sentado en el sofá con una taza de té en la mano, estamos sentados en silencio, Ayhan esperando a que me sienta preparado para hablar.

- Ella se va -

No hace falta decir más, ella sabe lo que significa para mí, sabe lo que siento en el fondo sin que yo se lo diga, simplemente se acerca y me abraza.
Nos quedamos así un tiempo infinito, por suerte es sábado y hoy no tiene que ir a trabajar, desde que está aquí en Bursa está trabajando en una gran empresa como coach mental, está muy contenta con su nuevo trabajo, lo hemos hablado a menudo por teléfono en estos meses.

Vino a verme a la clínica varias veces cuando estuve hospitalizada y luego en la finca, sus palabras y su apoyo me ayudaron mucho a salir de ese abismo de desesperación en el que había caído.
Debería haber venido para nuestra boda, sí, NUESTRA BODA, me parece absurdo ahora sólo de pensarlo, parece que fue hace toda una vida o tal vez sólo fue un hermoso sueño del que desperté encontrándome con la peor de las pesadillas.

Hablamos durante un largo rato, le cuento todo lo sucedido, las señales que desde los primeros momentos me han llevado poco a poco a comprender que mi Can ya no existe y que lo que hay ahora es un perfecto desconocido que ha decidido volver a su vida errante y sin ataduras.

- ¿Cómo voy a vivir sin mi Can? Siento que cuando me reuní con él en el hospital y me susurró que me amaría siempre y para siempre quería despedirse de alguna manera, como si supiera que nunca volvería, ¿cómo puedo vivir sin él Ayhan? -

- Simple Sanem, minuto a minuto, hora a hora, día a día... eres una mujer fuerte, lo has demostrado dejándolo ir, tú también puedes enfrentar esto y saldrás aún más fuerte estoy segura -.

-Estoy cansado Ayhan, tan cansado ...

- Quédate aquí conmigo y descansa todo el tiempo que quieras, estoy ahí para ti como siempre has estado para mí, no tengas miedo, lo conseguirás cariño.

Su cálido abrazo, sus caricias en el pelo, sus palabras susurradas hicieron de alguna manera la magia para relajarme, en pocas palabras caí en un profundo sueño, una inconsciencia que necesito para superar estos primeros momentos de desazón y abandono.

Me despierto horas después en la casa silenciosa, me quedo un buen rato mirando el techo, esto es solo el principio de un largo viaje, tardará como dijo Ayhan, pasarán lentamente los días, los meses, los años, el dolor se desvanecerá con el tiempo y sobrevivirás incluso a este Sanem, tienes que hacerlo, tienes que renacer una y otra vez de las cenizas de tus sueños destrozados.

Siempre y para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora