Blake P.O.V
No he podido librarme de la imagen de aquel chico desde la primera vez que pude apreciarlo de cerca y no sólo imaginármelo con los rumores que en los pasillos se corrían, como había intentado hacer desde hacía días.
Él era muy lindo; fue abrumadora tanta belleza reunida que percibí en una sola personita. En un hombre, como si no fuera poco; y desde entonces sólo pienso en él, y en lo estúpido que fui al pensar que se trataba de una mujer.
Aprieto mi puño hasta que los nudillos se me pusieron blancos, enrabiado.
Bueno, lo hecho, hecho está.
Miro hacia el frente y me encuentro a un mapa extendido con piernas. ¿Qué es esto? Bueno, no, no se trata de un mapa con piernas, sino de una persona bajita que se oculta a la perfección tras de el mapa.
Entonces la persona que sostenía el mapa, comenzó a caminar presurosa por quién sabe qué cosa sin prestar mucha atención a su entorno, impactando conmigo.
—Auch... —se queja.
Dirijo mi vista hasta el portador de aquella suave voz, y, ¡oh, vaya! ES EL CHICO CON EL QUE ME TOPÉ EL OTRO DÍA, EL BONITO.
—Lo siento —se disculpa, pero algo está mal, sus ojos lucen nublados y se le nota cansado.
Intenta erguirse, pero su pie se dobla hacia la izquierda, como las modelos tambaleándose en las pasarelas, y cae sobre mí
—Hey, ¿estás bien? —pregunto preocupado, pero no hay respuesta alguna.
Cuidadosamente lo quito de encima, hago un pequeño circuito en círculos angustiosos. ¿Qué debo hacer? Intento recordar lo que el desquiciado de mi compañero de cuarto me dijo que hiciera si volvía a dejar inconsciente a alguien.
—¡Ah, sí! —Lo recordé: "Llévalo a la enfermería o al cuarto para tratarle las heridas si es que se encuentra gravemente herido"
Lo recojo con suavidad, acomodándolo entre mis brazos; es como si fuera una muñequita de porcelana con esa piel tan clara y esas pestañas tan gruesas y largas que se carga.
Recorro con lentitud los pasillos por observarlo a detalle.
Es que simplemente no se puede tratar de un chico, ¡no es justo!
Al llegar a la habitación, abro la puerta con el pie y retiro todo lo que hay en la cama de James (libros y mangas), también con el pie, para dejar al pequeño ahí recostado. Lo cobijo y luego me quedo en blanco.
¿Ahora qué hay que hacer?
—"Fíjate si no le causaste alguna herida. Como el mastodonte que eres, seguro que le rompiste una costilla o algo..." —recito lo que James se ha encargado de repetirme cientos de veces —. ¡Maldito friki! —pienso en voz alta.
Levanto su camiseta para examinarlo, pero he terminado embobado al ver su frágil cuerpo. Sin pensarlo pasé una mano por todo su abdomen, a lo que el pequeño reaccionó de inmediato.
—Ngh —soltó un ligero gemido, marcándosele un leve rubor en las mejillas.
Me ruboricé e inmediatamente dejé de hacer eso.
—¡Está bien! ¡Él está bien! —comenté alterado y nervioso.
¿Qué otra cosa me había dicho?
"Lo más probable que es que haya sufrido un golpe en la cabeza, ya que dudo mucho que la pobre víctima sea de tu misma estatura, probablemente lo habrás dejado noqueado".
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Amor Primaveral (Yaoi) (Editando la redacción)
RomanceHaruo es un estudiante ganador de una beca en América, por lo que es transferido a la escuela Fiore casi a finales de año, en primavera. Junto con su llegada al país aparecen nuevos amores, rivales y situaciones comprometedoras que pondrán a prueba...