Amor Primaveral (Yaoi) (Editando la redacción)

Hora de la verdad

Haruo P.O.V

-Oye, Haruo. ¿Por qué era tan importante para ti esa foto?- me preguntó Nathan, provocándome unas grandes ganas de vomitar.

Me senté inmediatamente y me tapé la boca con las manos.

-¿Te pasa algo?- me preguntó preocupado, sentándose.

-Me siento algo...mareado- contesté detrás de mis manos.

-No me digas que estás embarazado...- su rostro se puso pálido.

No puedo creer que Nathan sea tan idiota.

Lo volteé a ver, decepcionado podría decirse, por su tan estúpido comentario y enojado.

-No- afirmé reincorporándome -Es sólo que, me dieron náuseas-

-¿Por qué?-

Tragué duro.

-Es p-por...la foto-

-¡¿Qué tiene que ver esto con la foto?!- preguntó un tanto irritado.

-Yo...la foto...hermano...padres...- tenía la voz quebrada, y de un momento a otro rompí a llorar.

Nathan se quedó ahí observándome, perplejo.

-Haruo...- dijo dulce.

-L-La foto......problemas...oniichan......- sollocé.

Nathan abrió sus brazos.

-N-Nathan...*snif*-

-Ven-

Me lancé a él, abrazándolo.

-¡Nathan!- lo abracé fuerte.

Él no respondió, sólo acarició mi cabello.

★★°°°★★°°°

No tengo idea de cuánto estuve así con Nathan. Pero estar tan cerca de él hace que mi corazón vaya a por mil, sin detenerse por un segundo, porque si se llega a detener sólo para tomar un respiro...estoy seguro de que moriré de amor.

-¿Ya estás mejor?-

-Eso creo- respondo tallándome los ojos.

Se levantó y vi cómo se ponía los pantalones y acto seguido me lanzaba una de sus camisetas. Me la puse, pero Nathan se me quedó viendo.

-¿O-Ocurre algo?-

-No...¡es que luces tan endemoniadamente sexy con esa camiseta!-

Me sonrojé de pies a cabeza, e inmediatamente la migraña regresó.

-¿Y bien...me vas a decir por qué tanto drama?-

Asentí.

Tomé aire.

-P-Pues...esa foto es de an-antes que mi hermano...de que mi hermano...¡oniichan!- y volví a llorar.

-¡Haruo! ¡Tranquílizate!-

Tomé aire una vez más.

-Antes de que mi padre se llevara a mi hermano- solté, bajando la mirada.

Nathan abrió los ojos como plato.

-¿Qué?- preguntó pestañeando.

-E-Ellos s-se divorciaron- sentí como los ojos se me cristalizaban.

-¿Hace cuánto?-

-¡Unos cinco años!- me volví a echar a los brazos de Nathan.

-Pero aún no entiendo que tiene que ver esto con que no pararas de repetir la palabra "oniichan" "oniichan" y "mi hermano" y con que tus padres se hayan separado-