Amor Primaveral (Yaoi) (Editando la redacción)

Ayuden, estúpidos

Dara's P.O.V
-Putos, putos, putos- maldecía marcando con mis dedos los números de teléfono de estos ukes estúpidos -¡Bien que les encanta el chorizo...!- grité desesperada. -¿Por qué diablos no me contestan?!- Y ahora que Haruo más los necesita.

Blake's P.O.V

-Ya te gustó venir a aprovecharte de las duchas de nuestro equipo, ¿no? - le pregunté sonriendo.

-No es eso- respondió quitándose la calceta, y con una sonrisa igual -Mi equipo siempre deja hecho un desastre las nuestras-

-Tal vez podrías considerar bañarte antes que tu equipo- opiné -No sé. Es una sugerencia- añadí sonriendo.

-Sí, pero he estado entrenando por más tiempo que ellos; eso ayuda a despejar mi mente y a pensar con más claridad. He tenido mucho en que pensar- dijo mirando con ternura la camiseta en sus manos.

Me sentí un poco avergonzado.

-¿Y en qué tienes que pensar?- pregunté ruborizado.

-Son sólo cosas sin importancia- se pone de pie y me da una sonrisa que simplemente hace que me quiera matar. Cuando mis emociones deben pasar desapercibidas, es cuando más notorias se vuelven, y eso claramente lo expresa mi roja cara.

-¿Oye, qué tienes?- me preguntó acercándose.

Lo miré confundido.

-Estos últimos días has estado medio rarito- toma con su mano una de mis mejillas y la jala, para soltarla y observar como me quejo. Ríe.

-Y tú más molesto de lo usual- dije guardando mi uniforme en mi casillero.

-Vamos...- sonrió. -¡Si me amas!- abrió sus brazos.

Me mordí el labio y di media vuelta para que no me viera. Continuó cambiándose y se despojó de la camiseta que traía. Me giré para ver y de vuelta escondí mi rostro, totalmente arrepentido de haber mirado; sonrojado, por supuesto.

Ethan hacía un esfuerzo por mirarme al rostro, pero yo hacía el doble del esfuerzo por que no mirara mi sonrojado rostro.

Al final, me acorraló entre la pared y él.

Diablos.

Me está mirando por los minutos que parecen ser los más largos de mi maldita vida, y en los que tengo que evadir su mirada porque simplemente no me siento cómodo. Además, puedo sentir su respiración tan cerca que choca contra mi cuello; por favor, deja de hacer que mi cara se ponga del color de la sangre, del color de las rosas, del color del amor...

-¿Te gusta alguien?- pregunta dando justo en el clavo después de malditas horas en las que trató de descifrar mi rostro.

-¡Rayos, no!- dije ahora convencido de que en verdad Ethan no me gusta, frunciendo el entrecejo.

-¡Te gusta alguien!- exclamó cambiando su rostro por una expresión de pura felicidad.

-¿No me escuchaste?- pregunté enojado.

-¡Pero tu carita roja y tus ojos destellando dicen lo contrario!- me contradijo con el mismo tono que anteriormente usó.