Permíteme olvidar

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Haruo's P.O.V

–Por favor...– rogaba de rodillas. -¿Qué puedo hacer para que logres ver que yo te quiero de verdad?-

Ese chico rubio jugaba conmigo. Se tomaba su tiempo, jugando con mi cordura y mi autoestima.

–Darme tu virginidad- sonreía juguetón -.Ya sabes. Aquello que sólo deseas darle a quién crees que se lo merece, con quién quieres compartir esa cosa tan única y efímera que, tan sólo la primera vez, desaparece y se esfuma para ya nunca más volver. Eso que no podrás recuperar, pero que tendrás la dicha de obsequiarme–

Me sequé las lágrimas y no dudé, ni siquiera razoné por un segundo las desventajas que éste sucio trato tendría para mí.

–¡Sí! ¡Por supuesto!– me acercaba hasta ese rubio de hermosos ojos violetas, aferrándome de la ropa en sus rodillas y sus piernas. –¡Haré lo que sea para demostrarte que yo te quiero!–

Al chico no le podía ver el rostro.

–¿Y tú me quieres, verdad?– pregunté con más desesperación en mi alma de la debida; como si la opinión de ese chico fuera el porqué de que yo respirara, como si mi vida se fuera a ir si él también lo hiciera.

Sólo escuché una pequeña risita que era contenida y que trataba de ocultar, sin mucho éxito.

Justo después de tener relaciones con él...me desechó.

–¡Pero tú me querías! ¡Dijiste que me querías!– lloraba inundado en lágrimas.

–No, de hecho– se pasó una mano por el cabello –.Nunca lo dije, tú fuiste el único que creyó que sí lo hice; tu tan baja autoestima fue la que te hizo creer que había alguien a quién le importabas y eso era lo que te impulsaba a continuar viviendo en esa mentira–

Sentía cada fibra de mí rompiéndose y cada célula estallar. El dolor me comía desde adentro y mi corazón está a punto de reventar.

–Hasta nunca– comenzó a caminar en dirección al lejano vacío y se despedía con la mano alzada en el aire, sin siquiera importarle mis sentimientos, aunque él no podía saber de eso porque no tenía y nunca tuvo.

–Por favor– rogaba sujetándome el pecho. La pequeña máquina que ponía en marcha a mi corazón se estaba deteniendo, y ese proceso dolía demasiado -Sin ti...esto no va a funcionar más– murmuraba.

Desperté con las mejillas lustrosas y mis ojos hinchados por llorar.

Qué manera tan horrible de comenzar el día.

Me desperté temprano y me alisté para salir de la habitación en cuanto antes y sin tener que entablar conversación con Nathan....porque me sentía mal.

Ayer regresé lo suficientemente tarde como para que cuando llegará al cuarto él estuviera dormido, y hoy me iba tan temprano como para que no me viera partir.

Ese sueño ha sido el más horrible de los que he tenido en toda mi vida. Aun más que esa vez en la que mi padre nos tenía encerrados a mi hermano y a mí en una jaula, exhibiéndonos en un circo frente a miles de personas con antifaces que daban cifras de números innombrables para obtenernos, para comprarnos; esa pesadilla había sido la peor, pero ésta se ha ganado el primer lugar.

Me marché de una vez.

★★°°★★°°°

Estoy muy cansado. Me cuesta demasiado mantener los ojos abiertos, y por primera vez en mi vida quiero dormir a mitad de la clase. Qué cómoda se ve la paleta de mi escritorio, me pregunto si será igual de cómoda si recargo mi cabeza en ella.

Amor Primaveral (Yaoi) (Editando la redacción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora