Dame un respiro

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Haruo's P.O.V

—Por favor, es...espera —me recargué en mis rodillas, ya sin aliento para dar otro paso, mucho menos para seguir con esta "caminata". 

—Ya hemos descansado tres veces en el camino, a este paso nunca llegaremos —repitió Nathan por tercera vez en el día, con las manos tallándose el rostro y el puente de la nariz. 

—Pu-Pudimos...haber ido en tu auto —jadeé. 

—No soy yo el que se emborrachó la otra noche—sonrió burlón —. El que sudes ayudará a sacar lo que quede de la cerveza en tu organismo.

—Ya, ya c-corrimos mu-mucho. 

—Si te esfuerzas, te recompensaré más tarde —murmuró lujurioso, nivelándose a mi altura para comenzar a degustar mi cuello a lamidas, ardientes lamidas.

Me sentí sin fuerzas de inmediato. Por alguna razón su tacto era diez veces más fuerte comparado con otras ocasiones en las que me tocaba. Incluso ese beso que plantó en mi cuello se sintió demasiado bien,  me arrancó un débil gemido. 

—P-Para, estoy sudoroso —lo empujé un poco. 

—También lo estás cuando tenemos sexo, y no por eso nos detenemos —replicó acariciando mi cuello y besando mi mejilla desde. 

El grupo de chicas que estaban un poco más atrás en el parque alcanzaron a oír, y pegaron grititos. 

—¡Nathan! —grité alarmado. 

Solamente rio, aceptó mi petición y continuamos trotando mientras que mi cuerpo se encargaba de recordarme lo bien que se sienten sus manos sobre mí, acariciándome. Incluso cuando retira sus manos puedo sentir todo palpitando, en un intento de recrear las sensaciones y los roces producidos por él. Aun cuando sus manos ya no están recorriéndome, arde.

—Después de esto, llegaremos a la habitación para que te duches y saldremos de nuevo —notificó con un tono bastante normal, nada fatigado como para que ya lleváramos casi hora y media trotando por la ciudad.

—¿Cómo que de nuevo? —pregunté sumamente cansado. 

—Quiero ir a comprar ropa, y quiero que me ayudes a escogerla —miró al frente mientras trotábamos y yo..., yo sólo pude sentir un rayito de alegría atravesar mi corazón en décimas de segundo. 

Él, él quiere que le ayude a comprar ropa... 

Me sujeté el pecho mientras corríamos, con una sonrisa pintada con marcador indeleble en mi rostro. No pude evitar voltear a ver a Nathan en varias ocasiones admirando lo bello que es. Me gusta mucho cuando se recoge el cabello con pasadores, justo como ahora. A parte, la camiseta que traía no tenía mangas y era un poco holgada, por lo que cada que subía la pierna, lograba ver su abdomen sin dificultad y sin delatarme.

—¿Qué? ¿Disfrutando de la vista? —sonrió cuando, sin girar su rostro, me atrapó observándolo. 

 —E-Es sólo que yo.... —¿Y ahora cómo saldría de la vergonzosa situación?

Me quedé en silencio largos minutos, tratando de encontrar una excusa factible que lograra lanzarme fuera de la burbuja embarazosa en la que siempre termino metido. 

Nathan rio ante mi demora en inventarme algo. 

—No importa, después de todo, yo me deleito con la vista todo el tiempo. —Mordió su labio a la par que cerraba los ojos, recordando quién sabe qué cosas —. Por cierto, tienes un lindo lunar en tu nalga izquierda —dijo rebasándome y trotando más al frente.

Amor Primaveral (Yaoi) (Editando la redacción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora