Haruo's P.O.V
Todos estaban aquí: Nathan, Chris, Blake, Ethan, Dara, Matthew, el enfermero Daniel...
Todos.
De pie, saludándome o sonriendo, ellos igualmente lucían amigables.
Sonreí al verlos.
Di un par de pasos y todos ellos se notaron extraños.
Me detuve para analizar esto; di otro paso...
Se desvanecían.
Me apresuré a correr pero mientras más me acercaba, ellos se esfumaban con mayor rapidez.
"¡No!" Grité desesperado y cayendo sobre mis rodillas, viendo como extendía mi mano y todos terminaban por desaparecer cual neblina.
Me quedé en esa posición y un árbol de cerezo comenzó a dejar caer flores sobre mi cabeza, tomé una, triste y desanimado. El reflejo de mis amigos se proyectó en la rosada flor, pero tan pronto como me di cuenta se rompió en miles de pedazos como si se tratara de un espejo.
Me puse de pie y miré a mi alrededor con desesperación; esto es Sapporo.
Las personas iban y venían por la calle, chocando conmigo y sin importarles si me empujaban o no, sin importarles que yo no estuviese en Estados Unidos con las personas que quería.
Comencé a llorar en medio de todos.
El escenario de mi querida ciudad fue tornándose, literalmente, negro como la piel de miles de animales al entrar en contacto con el dañino petróleo.
Retiré mis manos de mis ojos, terminando de limpiar las últimas lágrimas y miré a mi alrededor.
Oscuridad y soledad.
Una sombra resaltaba entre la negrura, era azul y lucía amigable por los movimientos que hacía, pero una sombra aun más negra que la oscuridad en la que estaba sumergido, ahogó a la sombra azul, dejándola en segundo plano.
Esa sombra era imponente y me hacia temblar al ver lo grande que era. Detrás de la enorme sombra, que por alguna razón provocaba que llorara más y más, había una pequeña sombra y una mediana, ambas temerosas y escondiéndose de la mayor; una de ellas llevaba atado a su cuello una cadena y esa cadena conectaba a una que la imponente y temible sombra sostenía.
Extendí mi mano hacia la temerosa sombra encadenada, pensando que podría ayudarla.
Una enorme herida fue la que se plasmó en mi mano, herida que fue producida por el monstruo que tenía prisionera a la sombra y que tanto atemorizaba a ambas.
De la herida en mi mano brotaba sangre pero podía distinguir algo entre ella. Inspeccioné más la herida.
Algo brillaba. Enfoqué mis ojos y en la enorme herida en mi mano, entre la sangre que no paraba de brotar, pude ver un ojo que en cuanto se abrió me mostró una tonalidad gris.
Desperté.
Tenía la respiración entre cortada y estaba empapado en sudor.
Toqué mi rostro, mi pecho y mis ojos.
Seguía agitado.
Busqué rastros de la herida en mis temblorosas manos.
Pero no había nada.
Miré alrededor. Nathan dormía en su cama y yo estaba sentado en la mía.
Fue un sueño, un horrible sueño.
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Amor Primaveral (Yaoi) (Editando la redacción)
RomanceHaruo es un estudiante ganador de una beca en América, por lo que es transferido a la escuela Fiore casi a finales de año, en primavera. Junto con su llegada al país aparecen nuevos amores, rivales y situaciones comprometedoras que pondrán a prueba...