La llegada

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Haruo P.O.V

Por fin llegué a América. Juro que el viaje en avión fue más agotador de lo que pensé, pero por fin estoy aquí. Para mi suerte, el joven que iba sentado a mi lado en el avión me ayudó cuando me mareé. Fue tan vergonzoso. Pensé que vomitaría sobre él.

Pero ya estoy en suelo americano, a salvo.

Tomé mi maleta de esa banda giratoria, pero me costó más de lo que creía. No era mi culpa, yo, con mi pequeño y débil cuerpo, cómo iba a poder levantar una maleta que parecía que traía adentro a todo Sapporo*. Terminé acaparando la atención del aeropuerto entero.

Al final me tuvo que ayudar un empleado.

Me siento tan apenado, ya tengo 14 años y ni siquiera puedo con mi propia maleta. Haruo tonto, tonto, tonto.

El empleado me acompaña hasta la sala donde las demás personas esperan sentadas y deja mi maleta a un lado mío. Según el mensaje de la academia, debía esperar ahí hasta que llegaran por mí.

Estoy muy nervioso, no sé qué haré si deciden que mejor regrese a Japón, tal vez deba ahorrarme esa vergüenza y comprar un boleto para Hokkaido ahorita mismo y volver a mi país, ahí podría visitar a mi tía Akane y estaría con su perro, su adorable y peludo perro Alexander hasta que mis padres me recogieran y me llevaran a Sapporo.

Sí, voy a comprar el boleto y así evitaré que mi orgullo sea manchado. Ya he tomado la decisión, me levanto y justo cuando lo hago una sombra se posa en mi cabeza.

Levanto la vista para ver qué es lo que me obstruye que me dé la luz, y veo a un enorme poste humano parado frente a mí y sus ojos resplandecen de un color rojo. Empiezo a temblar y estoy a punto de correr, pero el poste humano me toma por el brazo y así impide mi escape.

Me forza a sentarme en una de las sillas y entonces lo tengo todo claro: Quiere secuestrarme, ¿qué más haría un extraño con un extranjero? Problamente me robará todo mi dinero y cuando vea que no es mucho, me secuestrará y pedirá un rescate a mis padres.

El poste humano saca algo de su bolsillo.

Creo que es un arma

Se inclina hasta quedar a mi altura.

Oh, Dios, oh, Dios. Está a punto de dispararme.

Cierro mis ojos creyendo que eso desviará la bala o por lo menos disminuirá el dolor.

Lo siguiente que escucho es el sonido de un plástico. No. De un envoltorio. Espera, ¿qué?

Abro mis ojos y veo a un señor en traje, muy apuesto, con el cabello rubio y abloborotado y tiene una paleta en su boca.

Saca el dulce de su boca para hablarme: —Yo, tú debes ser Haruo, ¿cierto? —me pregunta introduciendo de nuevo la paleta de uva a su boca.

—S-Sí —respondo tímidamente.

—Bien, estoy aquí para llevarte a la academia Fiore —dice el tipo —. Soy Matthew, director de seguridad y relaciones sociales del instituto —notifica extendiendo su mano.

Estoy a punto de presentarme, pero recuerdo que él ya sabe mi nombre y mejor me callo.

—Bueno, andando —dice levantándose —. Es un largo camino hasta el instituto.

—Sí —afirmo y hago lo mismo que él. Intento arrastrar la maleta, pero mi intento es fallido.

El señor Matthew ya está caminando y yo aún tengo problemas con esta porquería con llantas. Maldición, debí haber empacado ligero.

De pronto él se gira y me ve luchando con aquella cosa infernal. Siento que mi rostro arde de vergüenza por haber sido visto de esta manera.

Matthew ríe y me ayuda con la maleta mientras yo voy detrás de él, apenado.

Me condujo hasta una camioneta y no dije palabra en todo el camino...excepto una vez.

—Uh, ¡Matthew-senpai! —Lo llamo.

Éste me mira por el retrovisor del auto y dice: —¿Qué sucede?

—Cuando estábamos en el aeropuerto, ¿no vio a un hombre alto como un poste y de ojos aterradores? —pregunto, pero mi duda pareció confundirlo.

—Nope —responde y sigue conduciendo concentrado en el camino de asfalto.

Y permanecí callado el resto del viaje.

*Yo! Sí, sí. Estoy muy emocionada, es la primera historia que escribo y estoy entusiasmada. Ojalá alguien algún día la descubra, okno, jajaja.

Primero que nada, quería aclarar unas cosas:

1. Haruo es hombre. Sí. HOMBRE. Pueden dudar si quieren de su sexualidad, pero sigue siendo hombre.

2. Sapporo es una ciudad de Japón, es la capital de Hokkaido y es un lugar hermoso. Él nació ahí.

3. No va a haber tantos modismos japoneses como Onii-san, onii-chan, senpai ni sama porque Haruo se quiere adapatar al inglés, por lo tanto, no verán tanto eso. A no ser que decida cambiar eso a lo largo de la historia, ya veré.

Y ya, eso era lo que quería decir. Espero que les haya gustado, pronto subiré más.

¡Ah!, algo más. Haruo significa hombre primaveral*

Espero que no esté hablando sola y que realmente alguien lea esto.

Bueno, doomo arigatoo

[21 de ‪Enero de 2015]

Amor Primaveral (Yaoi) (Editando la redacción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora