Amor Primaveral (Yaoi) (Editando la redacción)

Soltarse no es fácil

Nathan's P.O.V

Y ahora que Haruo se había ido, debía ir a aclarar cosas con Vanessa. Como el hecho de que debe olvidar todo.

Me vestí y me largué de la habitación dirigiéndome a la habitación de ella. Me conocía el camino hasta su cuarto de memoria, fui ahí cientos o miles de veces.

El recorrido fue tranquilo y no tuve problema que molestara, lo que era un alivio porque conozco a Vanessa y será un jodido problema deshacerme de ella.

Llevo semanas diciéndole que deje de llamar y que lo que hubo entre nosotros hace mucho se acabó, pero la estúpida sigue aferrada.

En serio que personas tercas e idiotas hay millones, y Vanessa es una de las mayores. No, significa no, punto final.

Llegué y abrí la puerta, pero nadie estaba dentro. Le marqué a su teléfono y nadie contestaba. Se la pasa llamándome y cuando yo lo hago, casualmente no contesta. ¿Quién la entiende?

Maldición.

¿Por qué siempre tienen que complicar las cosas? Las mujeres son un maldito problema andante.

Volví a llamarle.

Ya estoy cansado, que se pudra.

Guardé el teléfono y comencé a caminar hacia el cuarto mandando al diablo a los que se atravesaban. Ah, pero entonces sí, mi teléfono sonó y Vanessa era quién llamaba.

Tomé con enfado el celular y atendí la llamada.

-Nathan...- ronroneó en el teléfono. -¿Qué se te ofrece?-

-Que te mates-

-Desaparece, Vanessa, ¿qué no entendiste cuando te dije que desaparecieras? Ya no tengo nada que ver contigo, no quiero que me busques y deja de llamarme-  dije frío y cortante.

-¿Ah sí?- se escuchó divertida y colgó la llamada. Se oyeron pasos en el pasillo -.Yo no pienso eso- mencionó apareciendo de la esquina.

Bloqueé mi celular y lo guardé.

-Pero Nathan...- se acercó a mí -.Tú y yo nos divertíamos mucho, y ambos lo disfrutábamos- apoyó sus senos en mi pecho -¿No te gustaría divertirte conmigo de nuevo?- preguntó juguetona, esbozando una sonrisita tonta y rizando un mechón de su cabello en su dedo.

Me alejé de ella y la aparté con asco. ¿Cómo pude meterme con alguien tan patética?

-No-

-Nathan- insistía acercándose.

No me moví. No me alejaría de ella, simplemente la apartaría como la basura que es.

Al notar mi mirada frunció su rostro, formó sus manos en puños sobre mi pecho y sonrió molesta.

-¿Ya me cambiaste por otra verdad?- escupió fríamente siendo sus palabras tan ásperas y duras como Haruo al negarse para tener sexo.

Me burlé.

-No repitas eso de nuevo- ordené.

Estampó sus puños contra mi pecho. -¡Lo sabía!- gritó mirándome al rostro.

Ni me inmuté.

-¿Quién es? ¿La conozco?-

-No lo conoces- rodé los ojos harto de ésta.

-¿Lo? ¿LO?- exclamó sorprendida. -¿ME CAMBIASTE POR UN HOMBRE?- gritó indignada.

Me crucé de brazos y me fijé en la hora en mi teléfono, viendo cuánto tiempo he desperdiciado.