Diagnostico a una calabaza testaruda

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Daniel's P.O.V

—Daniel —suspiró, y fue entrecerrando los ojos, mientras yo me iba acercando más.

Abrí mi boca, dispuesto a disfrutar esos carnosos labios que se han paseado frente a mí desde hacía largos meses y que ansié besarlos por todo ese exasperante tiempo. Estaba a punto de besarlos, ya los rozaba, sentía que mi paciencia se acababa al atragantarme con los centímetros que me faltaban para alcanzar su boca. 

—Me siento mal... 

Chris se inclinó hacia la izquierda y su cabeza cayó sobre mi hombro. 

—¿Chris? 

Lo tomé entre mis brazos; el pobre se encontraba sin fuerzas, pálido de nuevo, temblando, con los ojos cerrados y casi llorando. 

—Tengo mucho frío... —castañeó los dientes mientras se abrazaba.

Le toqué la frente para descubrir que ardía en fiebre; y yo que pensé que sus mejillas coloradas eran producto de su adorable naturaleza.

Esta es una de las razones por las que yo no debería rondar a Chris. Por estar coqueteando, olvidé darle sus medicinas y le regresó la fiebre; diablos, realmente debería olvidarme de él, pero la cuestión sería, ¿cómo apartarme y esfumar tales sentimientos si trabajo en la escuela en la que él vive, literalmente?

¿En dónde puedo vaciar todo lo que a él no le puedo otorgar?

Además, esto debe ser algún tipo de advertencia, debería intentar tener ningún tipo de acercamiento romántico con Chris. Es un menor, después de todo. 

¿A dónde fue a parar mi mantra? 

Realmente debo olvidar todo este tema y concentrarme en mi labor.

Soy un doctor; él un estudiante; soy mayor de edad; él menor; son suficientes razones como para replantearme extirpar mis emociones y donárselas a alguien más. No puedo seguir escapándome de la realidad para jugar de esta manera con Chris. Él y yo ni siquiera deberíamos conocernos. No debería conocer ni su nombre; ¿cuándo fue que nos hicimos tan cercanos?

Recosté a Chris en la cama y le suministré los debidos medicamentos que, por mis divagaciones sentimentales, olvidé darle.

Sólo tengo que alejarme de él y evitar el contacto físico. Si algún otro día debo tratarlo como un paciente, será una relación estrictamente profesional doctor-paciente; no habrá ningún sentimiento de por medio.

Eso me hará bien. 

Comencé a levantarme de la cama cuidando no despertarlo, ya que había caído inconsciente. Puse un pie en el suelo, y lentamente me erguí, pero...

—No... 

La mano de Chris capturó mi manga. 

—Quédate... conmigo —jadeó removiéndose un tanto en la cama. 

—Chris, no puedo. 

Tengo que alejarme de ti, no puedo permanecer más tiempo contigo y dejar que te encariñes de esa forma en que los adolescentes lo hacen con todo, desembocando en gritos y llanto desgarrador, que se entierra en sus corazones con sus asquerosas patas y comienza a cavar profundamente, en búsqueda del húmedo lugar donde crecer, a la espera de que llegue alguien más a quién contagiar tan desesperante dolor.

Amor Primaveral (Yaoi) (Editando la redacción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora