Lo odio

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Desde pequeño he vivido en una enorme casa, llena de lujos y comodidades pero nunca he estado en un hogar, es decir, con una familia amorosa y menos con la atención y cariño de mis padres.

Mi mamá es la segunda esposa del senador Jung Dong Wook, mi padre.

El primer matrimonio fallido de mi papá fue con una hermosa diseñadora de modas con la que tiene una hija llamada Hani.

La farsa de una familia perfecta solo les duró un par de meses, pues mi padre le fue infiel con muchas mujeres, se divorciaron, y a pesar que él tenía todas las de perder, gracias a sus contactos y dinero, ella perdió la custodia de Hani.

Meses después, mi padre se casó con otra hermosa mujer dedicada al arte, con el sueño de exhibir en un Museo alguna de sus pinturas, pero ella, cegada por los encantos de un hombre que no existe, prefirió hacer una familia con ese hombre y tenerme.

Así vivimos los cuatro durante casi 5 años, jugando a la familia feliz para los medios y conocidos de mi padre pero en realidad éramos dos niños jugando solos en una gran mansión sin saber qué era tener la atención de unos padres (porque ellos tenían sus propios problemas).

El senador Jung, luego de sus interminables infidelidades a mi madre, empezó a salir con una mujer más joven que él, una linda modelo con quien tuvo a su último hijo aún sin divorciarse de mi madre. Su amante y ese bastardo viven en una casa igual o más grande que la nuestra.

Cuando Hani cumplió 8 años la llevaron al extranjero a vivir con su madre debido a que según nuestro padre, ella solo le causaría problemas pero realmente fue porque me veía jugar con ella cosas de "mujeres".

Fue difícil para nosotros dos separarnos ya que nos teníamos el uno al otro y ella siempre me cuidaba y me hacía compañía cuando le temía a las tormentas.

Y bueno, nunca he convivido con TaeHyung porque me caga. Y aún así, él ha tendio la intención de hablarme cuando viene de visita.

—Joven, ya llegaron los invitados —dice una empleada desde afuera.

—Ya voy.

Es el cumpleaños de mi padre, toda la casa está llena de personas elegantes; familia, conocidos y compañeros suyos. Desde mi ventana se ve hacia el patio principal, este está repleto de autos último modelo.

Mi padre me ve bajar, le sonríe a los invitados con quienes paltica, se aleja de ellos y luego se acerca a mí aún sonriendo.

—Sube a cambiarte —ya muestra su verdadero rostro ahora que está de espalda al resto de la gente.

—¿Por qué? Dijiste que me pusiera presentable —me puse un pantalón negro y una camisa blanca inadecuada sin fajar... A propósito.

—¿Le llamas presentable a esas cadenas, a ese pantalón roto y a esa camisa casi transparente? —mira hacia abajo—, y no se diga esos botines mal atados —vuelve a mirarme mal—. Te compré un traje italiano, quiero que lo uses y dejes de hacerme quedar en ridículo con todos.

—Pero ese traje está horrible.

—Si no te lo pones, no te quiero aquí abajo.

—Senador Jung —se acerca una señora elegante, de esas que solo están aquí para encontrar chismes.

Mi padre cambia su rostro, pone el mismo falso que le muestra a todos.

—¿Lo interrumpo?

—Para nada, me da gusto verla, señora Cho.

—Lo mismo digo —ella me mira de arriba abajo.

—Él es mi hijo DaeHyun, acaba de llegar de la escuela, hoy presentó una obra de teatro —le sonríe—, ya sabe cómo son en las escuelas, les piden cada atuendo —se ríe tan falso.

Por ti, Niño || DaeJaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora