Por ti, Niño || DaeJae

Por ti

Capítulo 39

Han pasado varios días pero no los suficientes para sentirme mejor y hacer lo que le prometí a HimChan.

Dormir con audífonos por las noches debido a la lluvia nocturna no es nada agradable. Me siento... no, más bien, estoy solo y esta vez es real, no hay nadie a mi lado al despertar, al comer, al salir, al llegar a casa y menos al cerrar los ojos.

—Pollito, tuve miedo de perderte.

—Si ya no estuviera aquí, ¿qué harías?

—Iría contigo. ¿A qué me quedo si sé que en vida no te encontraré en ningún lado?

Por fortuna aún puedo encontrarlo pero el vacío lo siento como si se hubiera ido lejos y se hubiera llevado con él una parte muy importante de mí. Ya nada tiene sentido y tampoco hay algo que me motive a seguir.

Insistió tanto en entrar a mi vida, se aferró a mí como nadie, con aquel te amo me convenció que su amor era real y al final de un día para otro decidió que mejor no quería estar en mi vida, ni aferrarse a mí, tirando su te amo por la ventana.

Y es que ni siquiera se fue deteriorando su amor, no me dio tiempo de asimilar que había dejado de quererme. Solo despertó y decidió que debíamos terminar con lo nuestro como si se tratara solo de él.

Yo lo amo y lo seguiré amando, sin importar que haya lastimado mi corazón de papel, aquel que prometió cuidar.

Y bueno, el primer paso para seguir adelante es intentar sobrevivir, debo ganarme el dinero como todo mundo.

Vengo de una entrevista de trabajo en un bar. Todo salió bien... Creo.

—¡DaeHyun! —me abraza.

—Me lastimas —lo quito y le pongo mala cara.

—Hasta que te dejas ver, guapo, ¿qué te pasó en la cara?

—Me golpea...

—Bueno, no importa, ¿Cómo estás?

—Bien, un poco...

—Tengo hambre, ¿me invitas a comer?

—Sí.

—¿Qué? —se para frente a mi deteniendo mis pasos—, ¿Estás aceptando ir a comer conmigo? —ni yo lo puedo creer— ¿Y tu novio?

—Pues...

—Quiero una hamburguesa, ¿o te gustaría que fuéramos directo al hotel?

—Como quieras, Daniel.

—¡¿Qué?! —vuelve a detenerse— ¿Por fín se me hará coger contigo? —pone gesto de burla—, Ha, sabía que ese mocoso no te iba a llenar.

Entrelaza su brazo con el mío. Va muy contento, a mí me da igual.

Pasamos por una joyería... Yo no le pude entregar la argolla a YoungJae, aquella que todavía le quiero dar.

Mi pollito es el único, no importa que las perras huelan en mí "soltería" y se acerquen con intención de follar, yo aún tengo historia con otra persona.

Suelto su agarre y me doy la vuelta.

—Oye —me alcanza—, dijiste que vamos a ir al hotel...

—Ya no quiero, se me fueron las ganas.

—¡Idiota! ¡A ver quién te ruega!

Me alejo de las garras de este caliente.

Sigo caminando sin sentido, nada más quiero pasar tiempo fuera de casa.