Por ti, Niño || DaeJae

Visita

Hani vendrá a visitarme la semana entrante. Le comenté a mis amigos y están contentos de recibirla en su casa.

Hoy YoungJae va a venir a visitarme porque se lo pedí y es que después de ese trago amargo merecemos pasar un rato ero...romantico juntos.

Ahora, para matar tiempo estoy acomodando mi closet.

▪︎Dae, ya casi estoy ahí ^^

■ Espero por ti, cuídate mucho.

Dejo lo que estoy haciendo. Debo salir a esperar a mi pollito para abrirle yo mismo y no molestar. Vivo aquí pero esta sigue sin ser mi casa así que mientras menos molestias le cause a mis amigos, mejor.

Pero antes voy a la habitación de HimChan.

—Pasa, Dae.

Cuando entro veo demasiadas bolsas, cajas y algunas cosas nuevas por todos lados.

—¿Qué haces?

—Abro regalos, ¿me ayudas?

—No, mejor veo lo que ya abriste —me pongo en la orilla de la cama notando que también hay joyas—...Waoh se lució —chasqueo los labios—. Algún día le haré regalos así a mi po... a YoungJae.

—No creo que al bebé le guste recibir este tipo de detalles costosos.

—Es un niño rico, claro que le han de gustar y yo solo le he dado un peluche. Quería juntar para darle un brazalete pero Peniel lo arruinó.

—No es necesario que sea caro, estoy seguro que si le das un pedazo de cuerda él lo amará —me muestra el regalo que tiene en manos —porque es muy lindo dar obsequios así pero nada se compara con dar amor y cariño verdadero.

—¿YongGuk no te da amor verdadero?

Regresa su atención al obsequio.
—¿Tienes tijeras? No puedo abrir esto.

—¿Cómo por qué voy a tener útiles?

—Osh, voy por unas —sale de aquí.

Dar obsequios es parte de demostrar cariño, quizá no siempre pero de vez en cuando tener un detalle así, sé que a mi pollito le gustaría.

Me quedo viendo lo que ya abrió y en serio que a YongGuk no le tiembla la mano para gastar en cosas que obviamente HimChan ya tiene y no necesita para nada. Mi amigo no se da cuenta que todo esto no alcanza para hacer al otro feliz.

HimChan regresa pero no solo con unas tijeras también con YoungJae. Mi novio sonríe al verme.

—¿Por qué no avisaste que ya estabas aquí para bajar a abrirte la puerta? —me levanto y camino hacia él—. No quería molestar a YongGuk.

—Lo siento.

Acaricio su cabeza.

—Ay, no seas ridículo —dice HimChan haciendo un empuje en mi hombro—, saludalo bien, por mí ni se fijen.

Es cierto.

Le doy un beso.

—Ven, bebé —le habla HimChan.

—¿De quién son estos regalos?

—Míos, YongGuk me compró muchas cosas.

Se ve sorprendido.
—¿Todo eso?

—Sí.

—Increíble —sonríe—, ¿Puedo ver?

—Claro que sí, bebé, a eso te traje.

Le empieza a ayudar a destapar envolturas de algunas cajas.
A mí me da flojera volver a ver sus regalos.

—Ag, niño, cuando termines de comadrear ve a mi habitación.