Por ti, Niño || DaeJae

Break

Capítulo 37

Estar en una rutina; despertar, desayunar, ir a la clínica, esperar a que YoungJae pasara por mí, cenar, dormir y para al día siguiente repetirlo, fue horrible.
Le estoy causando molestias y no se quejó de la rutina en la que lo metí. Es un amor, mejor persona no pudo aparecer en mi vida. Me ha demostrado que estará conmigo en las buenas y en las malas.

Mi cuerpo ha dejado de pedir esas sustancias.
Quiero estar bien, mantener mi relación con ese pollito porque ya es lo único que tengo y por quién veré de ahora en adelante.

Mientras tenía ratos libres en la clínica, estuve viendo en revistas muchos lugares a los cuáles llevarlo de vacaciones o si prefiere decirle "Luna de miel" así será.

Me pide que no haga nada en contra de mi padre y no lo haré pero, jamás lo voy a perdonar, para mí ya no existe ese hombre.
Desconocemos la causa de muerte de mi mamá pero sé que él tuvo algo que ver.

Me dolió pero más que eso, sentí arrepentimiento y coraje porque nunca pudimos convivir como madre e hijo y eso es algo que voy a arrastrar siempre.

Entre las cosas que debo hacer bien, es entrar a trabajar, con el nivel de estudios que tengo no exijo mucho pero sí puedo conseguir algo serio y legal.

Me costará perder la cercanía con YongGuk pero me hace mal seguir en ese ambiente, le hablaré pero ya no lo seguiré.

Hoy es mi último día en la clínica.

En cuanto salgo, sonrío y extiendo mis brazos, él camina hacia mí, en cuanto llega lo abrazo con mucha emoción.

—Pollito, tonto. Creí que ya se te había olvidado.

—Para nada, sabes que estoy al pendiente de ti.

Le quito una de las bolsas de compras que trae para ayudarlo y agarro su mano.

—¿Cómo te sientes? ¿te trataron bien?

—Me hice adicto al jugo de manzana pero de ahí en fuera todo bien. ¿Y cómo va esa carita?

—Creo que va sanando bien la cicatriz.

—Sigues siendo hermoso.

Volvemos a nuestra casa. Ya es momento de salir de la rutina y no quiero quedarme aquí encerrado.
Dejamos las bolsas.

—¿Quieres salir? —pregunto.

—No.

—¿Qué tienes?

—El segundo paso es alejarte de YongGuk, es por tu bien. De hecho, debes romper amistad con cualquiera de ellos.

—Hablaré con YongGuk pero sin juntarme tanto con él, ¿si?

Me acuesto en la cama y suelto un enorme suspiro. Golpeo a mi lado para que venga.

—En los días que fuiste a la clínica te escribí muchas cosas lindas en una libreta.

—¿Y por qué no me las dices?

—Puedo decírtelas pero son cosas que sentí en tu ausencia, así que mejor lee.

—Ok, después me enseñas.

—Síp.

—Tengo ganas de salir, ¿me dejas ir a la autopista?

—¿Por qué me pides permiso?

—Para que después no me reclames por haber ido allá.

—Puedes ir, yo tengo que ir a comprar unas carpetas para la Universidad.