Paper Heart

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Capítulo 18


Ya es lunes por la mañana. El fin de semana no vi a YoungJae porque está castigado. Aunque dije que subiría a verlo incluso si lo castigaban, la verdad, con su madre rondando por ahí seguramente no podríamos ni susurrar debajo de su cama.
Yo no tengo problema con que su madre nos vuelva a encontrar juntos pero sé que él sí por el miedo que le tiene y no quiero que él la pase mal.

Subo a la barda del parque esperando a que YoungJae pase por aquí. Ya no tarda en salir de la escuela.

Lo veo del otro lado de la banqueta, se ve muy guapo hasta con esa enorme chamarra de invierno que abulta más que su ser.

Se percata que estoy aquí y sin que le hable viene hacia mí.

—Hola —dice desde abajo con una enorme sonrisa.

—Niño —bajo—, ¿Por qué te estás poniendo cada día mejor?

—Ah, emm —se pone rojo. Maldición, quiero coger con él—. ¿Tú crees?

—Sí, HimChan tiene razón, te irás poniendo mejor.

—Y ya te voy a gustar mucho.

—Ya me gustas así, todo pequeño —no puedo más, le doy un beso en su piquito—. ¿Cuándo volveremos a tener sexo? Al menos oral.

Hace una mueca.

—¿Te interesa verme solo para tener sexo?

Como si cogieramos cada que nos vemos. No entiende que me interesa verlo porque es él.

—Ponte a pesar un poco, justo me arriesgo a ver a un tonto que no puede salir ni a la esquina solo porque me lo quiero coger, cuando existen muchos chicos guapos dispuestos a ser follados cuando sea. Sí, claro, me interesas solo para tener sexo.

—¿Entonces por qué es lo primero que piensas?

—Porque si continuamos sin vernos, al menos quiero quedarme con algo de ti.

—Mmm ¿Y cuándo podemos ser novios?

He pensado en ello también.

—Pues...

—YoungJae, Jae. —Interrumpe la mocosa esa.

Pongo los ojos en blanco, cruzo los brazos y me recargo en la barda.
Me enoja verla junto a YoungJae.

—Hola. Jae, olvidé darte el programa para las actividades del festival.

—Ah, gracias.

—Espero no te moleste que te haya elegido como mi ayudante.

—Para nada, está bien, con gusto te ayudo.

—Gracias. Nos vemos mañana, en el almuerzo hablamos.

Incluso comen juntos...

—Sí, hasta mañana.

—Hasta luego —Se despide. No la miro porque ya quiero que se vaya.

—Hem, no hace daño ser educado —me dice mientras dobla en dos la hoja que le dio.

—No me interesa ser un grosero con ella. Y deja de portarte amable, ¿Qué no sabes que las mujeres mal interpretan el trato atento y lindo? No le hables, más que para ese festival.

—Pero es con la única que puedo hablar bien en la escuela.

—Entonces yo veré a Daniel todos los días —solo así le dejará de hablar.

—Bueno, solo le hablaré por el festival.

—Más te vale —aprieto su mejilla con los dedos.

—Ya debo ir a casa, ¿Cuándo nos podemos ver?

Por ti, Niño || DaeJaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora