Por ti, Niño || DaeJae

¿Qué?

Capítulo 1

Ya han pasado dos semanas desde que estoy viviendo con mis únicos dos amigos.

Quisiera trabajar en su negocio para agradecerles de esa forma lo buenos que han sido conmigo o al menos así poder pagar el hospedaje en su hogar, pero no quieren que entre en esto porque dicen que la única forma de salir es muriendo.

Y eso no me da miedo, ya que si muero, quizá mi padre mande a hacer una placa con mi nombre solo por compromiso, Hani visitaría mi tumba una vez al año o menos, y mi madre quizá nunca llegue a enterarse que su único hijo murió.

Y ahora HimChan me da dinero como si fuera su hijo, él me compra todo, desde comida hasta zapatos.

No voy a negar que mi padre me tenía acostumbrado a tener todo sin esforzarme en nada. Quizá por eso HimChan y YongGuk me dan todo porque saben que a mis recién 23 años soy un inútil que necesita las cosas enrolladas y en la boca.

En fin.

Todavía sigo sin entender qué pretende YongGuk al hablarle a esos tres idiotas si no compartimos nada con ellos, por ejemplo, hoy estamos en una plaza que huele a virgen. Se llama Gamenema y aquí venden cosas raras, también las personas que vienen se ven estúpidas e infantiles.

Mientras ellos cinco van por su lado, yo voy a las escaleras de emergencia con una bebida de compañía, necesito respirar aire limpio o inhalar algo... pero aquí ni siquiera se puede fumar.

Estoy inquieto, ya me quiero ir, quiero estar en otro lugar, quiero sentirme bien, pero si me voy HimChan se enojaŕa conmigo.

Regreso al interior. Me acercó a ellos.

—Me duele la puta cabeza —solo me dirijo a HimChan—. ¿Ya nos podemos ir? Ver a tanto otaku jugando cartas ya me tiene fastidiado, sin ofender.

Realmente me vale lo que ellos piensen.

—Si, ya, ¿No quieren ir al baño? porque no quiero que a medio camino digan que les anda —les dice, ellos niegan.

—Yo sí quiero ir —dice el escuálido.

—Ve rápido, bebé —HimChan le sonríe.

Desconozco si ya vamos a casa pero no voy a aguantar hasta entonces.

—Voy a orinar —digo.

En el baño entro directo a los mingitorios.

Cuando termino me lavó las manos sin perder tiempo porque me urge huir de aquí. Y como me da flojera usar la máquina de secado, voy hacia la salida secando mis manos en el pantalón.

—DaeHyun.

Me detengo y miro a quien me habla; es ese mocoso, ni siquiera lo había visto.

—¿Qué me falta? —no entiendo su pregunta—. ¿Qué tengo que hacer para que te fijes en mí? ¿O por qué no te gusto?

De nuevo molestando.

—Porque me gustan los hombres.

—Yo soy un hombre...

—¿Y es a fuerza que me gustes solo porque estás obsecionado conmigo, niño?

Existiendo tantos chicos guapos de su edad justo quiere que yo lo mire. Está igual que mi primo BaekHyun (quien tiene a muchas personas atrás de él y en los últimos dos años solo quiere que yo lo folle). Para este individuo también debo ser un capricho, además tiene la edad de mi hermano, qué horror.

—N-no, p-pero...

—Podrías ser mi primo, o peor, mi hermano.

—Pero no lo soy, no somos familia.