Por ti, Niño || DaeJae

Molesto

Capítulo 18

Abro las cortinas de mi habitación, tiendo mi cama y recojo las cosas que están en desorden a mi alrededor.
Hoy amanecí de buenas.

Bajo a la cocina para ver qué puedo desayunar.

—Buenos días —le digo a HimChan, quien ya prepara algo.

—Buenos días —me sonríe—, ¿Por qué tan feliz?

Agarro una manzana roja.
—Ayer en la noche hablé con YoungJae y —le doy un mordisco, este viene acompañado de una sonrisa que aparece luego de lo dicho—... Ya somos novios.

—Oww —deja lo que está haciendo y me abraza—. ¡Qué lindo, qué lindo! Felicidades —me suelta—. No lo arruinen con chismes y tonterías que están de más ¿vale?

—Sí, gracias.

Como hoy YongGuk no está, HimChan y yo desayunamos juntos.

Le cuento a mi amigo un poco el cómo fue que YoungJae y yo nos hicimos novios, claro, omitiendo los detalles vergonzosos.

Sé que HimChan le dirá a YongGuk, por eso no tengo prisa en contarle a él y menos si está ocupado.

Por la tarde salgo de casa a dar una vuelta por ahí.

Detengo mi caminar cuando veo a YoungJae caminando de regreso sobre el otro lado de la banqueta. Miro la hora en mi celular, creí que saldría más tarde por ayudarle a aquella chica con las actividades del festival.
Si iba a salir antes pudo haberme dicho para encontrarnos... Bueno, no importa, igual el destino se encargó de reunirme con él.

Sin perder tiempo voy con él. Paso un brazo sobre sus hombros.

—Hola —le doy un fugaz beso en la boca—, ¿A dónde vas tan solito?

Sonríe.

—A mi casa pero si quieres vamos a otro lugar, mi mamá cree que estoy en la escuela por lo del festival, tenemos unas horas.

—Me parece —le quito la mochila para llevarla yo. Pesa más que él—. Ya te dije que no cargues todo.

—Son necesarios.

—No lo serían si no entraras a todas las clases —me pongo bien su mochila— . ¿Ayer por qué me marcaste varías veces?

—Ah, es que estaba solo en casa y quería que fueras para hacer cosas... n-no, digo, para pasar un rato juntos.

Se siente bien escuchar eso.

Espero que al ser novios vaya perdiendo la timidez y me pida coger, o al menos que tenga la iniciativa para tocarme.

—No te preocupes —sonrío—, haremos más cosas juntos, ahora que eres mi pollito tú serás con quien cumpliré mis fantasías sexuales —porque siendo novios podemos intentar muchas cosas ¿No? —. ¿Y cuándo tendremos nuestra primera cita?

Me mira con cara de tonto.

—Pero...

—No digas que no sabes, así que ve pensando qué día pedirás permiso.