𝙲𝚊𝚙 𝚍𝚘𝚜

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El hecho de que una chica la besó el día anterior en un corredor no permaneció por mucho tiempo en la mente de Dixie.

Es decir, solo pensó en ello durante las clases del resto del día, mientras hacía su tarea, la cena, e incluso antes de dormir. Tal vez también durante la primera hora de clases esa mañana en el instituto, pero definitivamente ese hecho no permaneció en su mente durante mucho tiempo.

De cualquier forma, dejó de pensar en ello cuando encontró a Avani en el corredor donde estaban sus casilleros. La chica estaba buscando probablemente el libro para su siguiente clase, demasiado ensimismada como para percatarse de la presidenta del Club de Ajedrez caminando con cierto aire de molestia nada disimulada en su dirección, pero de algún modo logró esquivar a tiempo la puerta de su casillero cuando Dixie la golpeó para cerrarla de golpe.

Fue un movimiento impulsivo, y si Avani no hubiera reaccionado a tiempo, su rostro de millón de dólares -cincelado a mano, como muchos decían- estaría adornado con un corte en la mejilla derecha.

—¿Qué hice ahora? —La chica dejó salir un suspiro, para nada sorprendida ante la mirada de homicida que le dirige Dixie—. Debió ser terrible, dado que quisiste desfigurarme el rostro.

El músculo en la mandíbula de la pelinegra se tensó, evidenciando lo duro que estaba tratando de mantenerse tranquila.

—No revisaste el aviso del torneo —espetó por fin Dixie, empujando una hoja arrugada contra el pecho de Avani—. Eso hiciste.

La chica pareció desviar la mirada hacia alguien detrás de su amiga, pero en un parpadeo volvió su atención a los ojos cafés que la miraban con enfado, frustración y un poco de deseo asesino.

—Cuidado —fue lo único que comentó.

Dixie estaba a punto de gritarle porque evidentemente no se lo estaba tomando en serio, pero alguien le dio la vuelta en un movimiento demasiado abrupto y rápido, y la empujó hasta que su espalda descansó contra el muro de casilleros, y luego unos labios descansaron de forma casta contra los suyos.

Sabían a labial de fresa y su cerebro hizo cortocircuito y, de nuevo, solo fue consciente de lo que ocurrió al ver una cabellera rubia doblando al final del corredor.

Cuando estaba porpreguntarle a Avani si logró ver a la chica que le robó, no sólo uno, sino dos besos, encuentra que su amiga salió huyendo apenas la desconocida la atrapó contra los casilleros.

"𝚂𝚝𝚘𝚕𝚎𝚗 𝚔𝚒𝚜𝚜𝚎𝚜"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora