A Dixie le había costado un horror convencer a sus padres de que la dejaran ir a Jane's la noche del jueves, de hecho, tuvo que recurrir a las lágrimas y el chantaje emocional hacia su padre, culpándolo de todo ya que casi no estaba en casa con ella.Al final, Marc había rodado los ojos y le había dado el permiso. Heidi resopló -evidentemente en desacuerdo- pero se mantuvo en silencio. Dixie, con la poca dignidad que le quedaba, se limpió las lágrimas, besó las mejillas de sus padres y huyó a su habitación para prepararse.
Debía impresionar a una rubia, rubia que pasó por ella faltando quince minutos para las siete y balbuceó y tropezó como idiota al verla esperando por fuera de la reja.
Y allí estaban, Avani y Charli se habían perdido de vista apenas ingresaron al bar local -posiblemente par ir a besuquearse-, y la pelinegra tragó saliva forzadamente al percatarse de que estaba a solas con Addison, cosa que no duró demasiado porque Alexandra y Margaret se unieron a ellas casi dos minutos después de que sus amigas las abandonaron a su suerte.
—Así que la chica más genial de D'amelio High vino a ver a... ¿cómo se llama la banda? —Addison frunció el entrecejo en confusión y miró en dirección a Dixie, quien se encogió de hombros—. Bueno, no importa.
Margaret se rió y se abrazó a la cintura de la pelirroja antes de dejar un beso en su mejilla, y la pelinegra quiso hacer lo mismo con Addison, pero esa era una salida de amigas y tendría que mantener sus labios para sí misma.
—Alex me convenció de escapar por la ventana, rodar por el patio y trepar el muro de la propiedad. Golpee a algunos de seguridad, también —bromeó al tiempo que los hoyuelos se marcaban en sus mejillas—. Todo por venir a ver a la fantabulosa Dinah Hansen y su grupo de idiotas.
—Se refiere a que le imploró a su mami para que la dejara venir —tradujo la pelirroja en un murmullo. Su novia le dio un golpe en las costillas y Addison dejó salir una carcajada—. No te avergüences, cariño.
—Al menos no soy la única que tuvo que recurrir a las lágrimas —masculló la pelinegra.
—¿Dijiste algo? —La rubia volteó a verla con curiosidad—. Creo que te escuché hablar.
—Que creo que deberíamos ir por una bebida —Dixie balbuceó y caminó directo a la barra.
En ese momento, las luces bajaron y un reflector se posó sobre el escenario, donde Dinah sostenía un micrófono y vestía con una chaqueta de cuero, al igual que Camila, Lauren, Ally y Normani.
—Maldita sea, Christopher, vas a dejarme ciega —espetó la rubia al tiempo que se cubría los ojos con el brazo, y solo lo bajó cuando el reflector no dio directamente en su rostro—. Gracias por acompañarnos está noche. Chicos, nosotras somos Fifth Harmony y ustedes unos...
—¡Maravillosos seres humanos! —Chilló Ally—. Chris, la pista, por favor.
And we play our favorite songs
And we scream out all night long
Like oh, oh, oh, oh
When it's just me and my girlsTodos empezaron a bailar a ritmo de la música y Dixie se preguntó si no pudieron elegir una canción, una iluminación y en sí un grupo de chicas menos gay para cantar la canción. Era como si las chicas de la banda reflejaran los colores de la bandera del orgullo gay cada vez que un haz de luz las alcanzaba, lo que hizo que la pelinegra se riera entre dientes mientras esperaba su jugo de naranja con agua mineral.
—Hey, ¿puedo invitarte una bebida? —La voz de Addison -con su magnífico acento- sonó al costado de Dixie, por lo que esta volteó a verla con curiosidad—. No me veas así, me pones nerviosa —se quejó la rubia.
La pelinegra se rió de nuevo, y cuando la chica que atendía la barra colocó su pedido frente a ella, Addison se apresuró a tomar su tarjeta de crédito del bolsillo de sus vaqueros para extenderla hacia la chica y que la pasara por la terminal.
—No acepté que me compraras una bebida —murmuró Dixie antes de tomar la pajilla entre sus labios y beber del contenido de su vaso. Los iris mieles se centraron de inmediato en su boca, y la rubia logró guardar su tarjeta con dedos torpes—. Puedo comprar mis propias cosas.
—No lo dudo, yo solo... solo quise ser amable —respondió Addison en voz medianamente alta, la música había subido el volumen apenas una muesca—. Es lo que hacía cuando salía con amigas en Kiev.
Dixie frunció el entrecejo al escuchar la mención de sus amigas en Kiev, y una punzada de celos atravesó su pecho, pero la hizo a un lado porque era una salida de amigas y debía seguir recordando eso.
—Dixie, eres tan hermosa —admitió la rubia al tiempo que le apartaba un mechón del rostro—. Eres como imagino que sería la musa de un artista. Ni siquiera sé cómo expresar lo increíble que eres y lo maravilloso que resulta verte en cualquier situación. Eres...
La pelinegra se impulsó hacia adelante y unió su boca con la de Addison, quien sonrió en el beso y acunó la mandíbula de Dixie con su mano derecha, sin embargo, cuando trató de hacer un movimiento para hacer su beso más profundo, la pelinegra se alejó de forma brusca y con la respiración agitada.
—Esto es una cita de amigas —zanjó.
—Pero el beso... —Addison balbuceó.
—Fue para reforzar la amistad —luego de decir aquello, la pelinegra se puso de pie y se perdió entre la multitud.
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"𝚂𝚝𝚘𝚕𝚎𝚗 𝚔𝚒𝚜𝚜𝚎𝚜"
FanfictionDonde Addison tiene un crush enorme en Dixie D'amelio, la presidenta del Club de Ajedrez, y busca formas ingeniosas de robarle besos cada vez que se topa con ella. ¡Atención! Capítulos extremadamente cortos. Esta es una adaptación, todos los crédit...