Ese domingo, Dixie tuvo que ponerse un vestido lindo, los zapatos más sosos y estúpidos en su armario y tuvo que recoger su cabello en una coleta perfectamente atada para ir a misa.La señora Rosson -su vecina al lado derecho- se las arregló para al fin convencer a los D'amelio de ir a misa ese domingo, y en un ataque de histeria y bajo chantaje emocional, Marc había espetado que sí, y si bien fue más que nada para hacer callar a la mujer que seguía con la misma perorata de quince minutos atrás, diciendo que solo los justos heredarían el reino del señor -¿cuál señor? Le preguntó Dixie, y la mujer le dedicó una mirada furibunda en lugar de responder-, las consecuencias fueron horribles.
Al final la mujer ganó y la pelinegra maldijo a la mitad del universo, pero tomó asiento en la banca, y sus padres dejaron salir suspiros resignados antes de sentarse a sus costados con expresiones aburridas idénticas en sus rostros. La señora Rosson les sonrió desde la primera banca, y Heidi esbozó una sonrisa falsa antes de saludarla de regreso.
—¿A qué hora termina esto? —Cuestionó Marc con expresión pesarosa.
—Ni siquiera ha dado inicio —respondió Dixie en tono bajo, casi entre dientes, mientras trataba de mantener el control.
—Gracias por hacer un infierno del domingo familiar que tenía planeado, querido —espetó Heidi de forma acusatoria—. Ahora Andy se encontrará con una casa vacía en lugar de su amorosa familia.
Ah, sí, Andy regresaba de su viaje por Narnia o algo así.
Honestamente, Dixie no tenía ni idea de dónde había estado metido su hermano, solo tenía claro que con él allí, oficialmente se vería inundada en un tsunami de bromas estúpidas y mayormente dolorosas como cada vez que estaba de visita.
En serio, ¿por qué todo en su vida debía ser tan horrible?
—Oh, no sabía que Addison fuera religiosa —murmuró Heidi luego de mirar discretamente hacia la entrada—. Eso definitivamente le resta puntos.
—Definitivamente —concordó Marc con una sonrisa burlona—. Si los justos heredarán el reino del señor, nosotros los D'amelio heredaremos las tinieblas.
—Bueno, papá, es lindo saber que podrás ser socio del tipo malo allá abajo —Dixie dejó salir una risa y luego añadió—: Incluso podrías hacer uno de esos tratos terribles y sacar su culo azufrado del averno para que los D'amelio reinen.
Los tres se rieron, pero guardaron la compostura cuando Addison se detuvo frente a su banca con expresión dudosa, detrás de ella estaban de pie sus padres, torpemente esperando algo. Tal vez.
—Directora D'amelio, señor —la rubia los saludó con un asentimiento respetuoso, pero al dirigirse a la más joven de los D'amelio, una sonrisa tonta inundó su rostro—. Hola, Dixie.
—Hola, Addison —Dixie devolvió el saludo de forma tímida y con las mejillas sonrojadas.
—Hili, Iddisin —Marc imitó a su hija en un tono de voz chillón.
Los padres de Addison, Heidi y la propia Addison se rieron, pero la pelinegra lo golpeó en las costillas para que guardara silencio y luego frunció el entrecejo.
—Oh, uhm, señores D'amelio, ellos son mis padres. Monty y Sheri —la rubia hizo las presentaciones de forma breve—. Y, eh... ellos son los señores D'amelio, padres. La chica linda en medio de ambos es Dixie.
—Es un gusto al fin conocerlos —comentó Sheri con una sonrisa apenas perceptible—. Tal vez deberíamos cenar algún día para hablar de la extraña naturaleza en la relación entre nuestras hijas, o algo así.
—Oh, pues ahora que lo mencionan... —empezó a decir Marc.
—Señores Rae, ¿les gustaría sentarse con nosotros? —Ofreció Dixie en tono amable, y cuando los padres de Addison asintieron, se dirigió a su madre—. Me gustaría sentarme al lado de mi novia, por favor.
La mujer en la banca de atrás escupió un "asquerosamente inconcebible" al escuchar a la pelinegra, entonces Heidi se giró brevemente para dirigirse a ella antes de espetar:
—Lo único asquerosamente inconcebible aquí es la forma en que su cabello sobresale de ese estúpido sombrero que lleva puesto y que está fuera de temporada —zanjó con una sonrisa ampliamente falsa—. Mi hija solo está amando a alguien más. Gracias.
Como para demostrar su punto, Heidi se movió para hacerle espacio a Addison, Dixie esbozó una sonrisa burlona en dirección a la mujer y, una vez que la rubia se instaló a su lado, la tomó por las mejillas para besarla justo en las narices de la homófoba esa.
—Además —continuó Sheri antes de tomar asiento al costado de Heidi—, ¿nadie le dijo que el estampado floral no se lleva bien con los cuadros?
Addison y Dixie entrelazaron sus manos sobre el regazo de la pelinegra y dirigieron sus miradas al frente con sonrisas idénticas en sus labios al percatarse del frente unido que mostraron sus madres.
Monty, Sheri, Heidi y Marc conversaron en voz baja durante todo el tiempo que duró la misa.
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Desde este cap en adelante tendremos que esperar a que la autora original suba más caps ya que les dije que la original aun no estaba terminada.
Así que no sean tan impacientes xd.
Linda noche o madrugada como le quieran decir. :D♡
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"𝚂𝚝𝚘𝚕𝚎𝚗 𝚔𝚒𝚜𝚜𝚎𝚜"
FanficDonde Addison tiene un crush enorme en Dixie D'amelio, la presidenta del Club de Ajedrez, y busca formas ingeniosas de robarle besos cada vez que se topa con ella. ¡Atención! Capítulos extremadamente cortos. Esta es una adaptación, todos los crédit...