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Mi humor había cambiado de repente, estaba celosa. Y yo no era una persona celosa. No sabía que me pasaba, ni yo me entendía. Ni siquiera quería llorar, pero mis lagrimas cayeron sin permiso.

Estoy celosa.- solté varios minutos después.- Hugo.- digo ya que no tuve respuesta.

Ya te escuché, mañana hablamos.- dice casi en susurro. Seguro ya estaba durmiendo.

Por qué no me abrazas.- pregunte. Sentía el frío de mi cuerpo al no tenerlo pegado a mi.

Porque tú me dijiste que no te toque.- suelta con una risita.

No encuentro el chiste.- suelto sentándome.

Mi amor, que sucede, estás bien.- pregunta dándose vuelta para mirarme.- cambias de humor al segundo, estás celosa de una persona que solo ha compartido una jornada conmigo y no te abrazo porque me has quitado, pero ven, te abrazo.- suelta.

No quiero por compromiso.- digo levantandome.

Pero..- dice con una sonrisa.

No me sigas, duerme, necesito espacio.- suelto levantandome y salgo de la habitación bajo su mirada.

Baje y luego de tomar agua me acuesto en el sillón. Me tapo con una manta y me quedo mirando el techo. No se cuantos minutos pasan pero él aparece.

Por qué estás aquí acostada.- pregunta al sentarse al borde. No contesto. Oigo como suspira y se busca un hueco a mi lado para acostarse.- amor, que sucede, que te pasa.- pregunta acariciando mi mejilla.

Nada, no sucede nada.- suelto mirando el techo.

No quiero presionarte, pero te conozco como la palma de mi mano.- suelta abrazandome de costado. Siento mi mirada y tan solo suspiro.

Ve a descansar, has tenido un día duro.- suelto tranquila pero no consigo respuesta.

Sabes... me gustaría estar en un lugar lejos, donde haya paz y estar tirados mirando las estrellas.- sonrio escuchándolo. Había sacado el tema de la nada.

Analizando cada estrella y disfrutando de la luna.- suelto.- lo podremos hacer.- pregunto girando mi cabeza para mirarlo.

Claro.- dice con una sonrisa.- solo debemos buscar el momento y lugar para tener privacidad.- suelta y vuelvo mirar el techo.

Te arrepientes de ser una persona pública.- suelto.- qué es lo peor y lo mejor de ser un artista.- pregunto mis dedos dejan caricias sobre el brazo que rodea mi cintura.

No me arrepiento, vivo de lo que soñé toda mi vida.- suelta y asisto.- lo peor es la privacidad, el que la gente no entienda que aparte de artista eres persona y tienes una vida privada.

Pienso igual.- suelto dándole la razón.

Y lo mejor es compartirlo con vos.- dice y lo miro.- y todo lo que podemos compartir en este ambiente.- sonrie mirándome y yo lo miro de igual manera. El silencio vuelve a nosotros, pero no es incómodo. Luego de unos minutos el se sienta y lo miro.- ven, vamos a la cama, hace frío aquí.- dice estirando su mano para que la agarre.

Y eso hago. Agarro su mano y tira de mi hasta arriba, para volver a acostarnos. No se que hora era, había perdido la noción del tiempo, pero tarde seguro. Nos colocamos frente a frente, sus dedos acarician mi mejilla y cierro mis ojos ante su relajante contacto.

Hugo..- suelto sin abrir mis ojos.

Dime.- contesta.

Tengo un atraso.- digo finalmente y su mano se detiene, pero no consigo respuesta.- de dos semanas.- suelto y abro mis ojos al sentir como se sienta rápidamente en la cama.

Enredados. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora