Nunca fui buena diciendo lo que sentía, no porque no quisiera solo...bueno era más fácil seguir la corriente y pasar desapercibida ante los otros chicos del colegio.
Pero aunque yo creía que era mi decisión ser de ese modo, en realidad no sabía quién era y una chica del colegio se aprovechó de que aún estaba tratando de descubrirlo.
A ella le parecía divertido que yo siguiera órdenes y accediera a todo lo que ella quería. Fue así como me llevó con su grupo de amigos donde les gustaba tener un pequeño cachorro como yo.
No era tan malo porque para ese entonces aunque fuera mala compañía al fin y al cabo era eso: compañía.
No la pasaba mal a pesar de que los otros me veían como la débil del grupo, a la que usaban para hacer tareas o limpiar sus maletas. Yo lo veía como protección. Estaba con el grupo más fuerte del colegio y nadie se atrevía a molestar a la mascota por muy patética que fuera.
No era tan malo.
Lo malo fue la dependencia, un día sin ellos era tortura, me ocultaba en el baño y tenia miedo de ver a la gente a los ojos. Y, siendo tan dependiente de ese grupo que faltaba frecuentemente al colegio, hizo que al pasar los años nunca pude defenderme sola. Logrando que personas como yo siempre estuviera debajo de un grupo más fuerte.
No era tan malo si a la larga me afectaba a mí. Lo malo era que no podía protegerme y mucho menos a personas que eran más débiles que yo.
Recuerdo que había un chico que pasaba solo en la escuela.
La situación de su familia no era buena y aunque no tendría que importar en una edad tan corta los pensamientos de los padres siempre logran reflejarse en los de los niños. Así que todos lo evitaban, huían de su camino y cuando él pasaba por los pasillos, algunos, los que ocultan su odio y miedo tras una fingida valentía, lo molestaban al tal punto que el chico decidió quitarse la vida.
El ambiente de la escuela no cambió, nada cambió luego de enterarse de lo que un chico de tan solo doce años había decidido hacer ante los malos momento que la vida le trajo. Y aunque no estábamos en la misma clase, siempre me he preguntado si, para ese entonces yo hubiera sido más valiente, que cambió hubiera hecho mi actitud sobre su futuro.
Si yo hubiera sido más valiente como para acercarme a él cuando rompieron su maleta y todas sus cosas cayeron por las escaleras.
Lo suficientemente valiente como para defenderlo ante las personas que lo insultaban de frente y le tiraban su comida a la basura.
Lo suficientemente valiente como para llamar a una maestra cuando vi que dos chicos lo arrastraban hacia un aula vacía.
Pero nada me hace pensar más como el que hubiera pasado si yo hubiera llegado unos minutos antes a su casa con un pastel que había decidido prepararle luego de enterarme de que era su cumpleaños gracias a una hoja que olvidó la maestra en su clase, para asi poder evitar que él apretara el gatillo.
ESTÁS LEYENDO
MUNIS
FantasíaHubo una explosión. Solo eso. Una explosión que calló a todo el mundo. Las risas, los parloteos...Todo quedó en un profundo silencio. Nadie se imaginó que los problemas comenzarían, que la tranquilidad de sus vidas sería eliminada tras esa explosió...